«El relevo generacional nunca está garantizado en la empresa familiar»

March dejó claro que no hay ningún sistema «mágico» que garantice el éxito del trasvase de una generación a otra en una empresa. Esta apreciación se sumó ayer a la realizada por los autores de los dos estudios, los científicos de la UIB asignados a la Cátedra Banca March, Rafael Crespí y Lluís Bru.

Así, según los estudios «Caracterización de las empresas familiares baleares asociadas», «Caracterización de las empresas familiares baleares asociadas», de los doctores Bru y Crespí, y «La familia en la empresa. Las políticas de recursos humanos en las empresas familiares», del también científico Carles Solà, las empresas familiares de las Illes Balears prefieren asignar a parientes las responsabilidades, con lo cual, se generan efectos discriminatorios respecto a otros trabajadores con méritos, que aceptan la situación con normalidad, especialmente cuando se da una trasferencia de poder de padres a hijos.

En este contexto, ambos trabajos se basan en el análisis de cincuenta grupos empresariales de las islas que son miembros de esta última entidad, o bien, de su equivalente nacional, el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), y describen las características y la realidad de este segmento empresarial, muy representativo de la economía balear en diferentes sectores de actividad.

Asimismo, un 19 por ciento de los miembros de los consejos de administración de las más 556 empresas pertenecientes a las 50 familias estudiadas son mujeres, proporción «más grande» que la que se da en otras empresas, explicó LLuís Bru, citando datos procedentes de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Respecto al impacto sobre la economía de la actividad del medio centenar de empresas analizadas, en 2004 sumaban un volumen de activos superior a los 14.200 millones de euros, generaron un volumen de ingresos de 10.060 millones de euros y un valor añadido de 2.867 millones de euros, que representa aproximadamente el 14 del PIB balaer.