-¿Usted tiene ambición política más allá de ocupar un escaño en el Parlament?
-En estos momentos no. Ahora he dado un paso que conlleva una precampaña, una campaña y unas elecciones. Sería una grosería hablar de cargos de que los ciudadanos de Balears se hayan pronunciado.
-¿Es consciente de dónde se ha metido?
-Sí, soy consciente, pero un punto de inconsciencia ayuda a pasar por esta situación. Es una broma, claro.
-Perdone que sea indiscreto, pero, ¿usted ha votado alguna vez a Jaume Matas?
-Sí, he votado a Jaume Matas.
-¿Y ha tenido la oportunidad de votar alguna vez a Convergència i Unió?
-No, es imposible. Yo soy mallorquina y no voto en Catalunya. No puedo votar a CiU.
-Se lo digo porque usted ha declarado que no comparte la ideología del PP y que se siente próxima a Convergència, ¿me lo puede aclarar?
-Esto es algo que no se ha interpretado bien. En primer lugar le quiero dejar claro que comparto plenamente el proyecto de Jaume Matas, que estoy a su lado y que confío en él y apuesto por él. Dije también que no soy del PP y eso es obvio. Soy independiente y si fuese del PP no podría presentarme como independiente. Eso me da una posición en la que puedo decir que mantengo discrepancias con la actitud del PP en otros lugares del Estado. Es decir, a mí la crispación madrileña producida por el PP o el conflicto lingüístico del PP en Valencia me parecen inadecuadas. Sin embargo, estoy al lado de Matas para ayudarle y le he votado. En el caso de Convergència, le quiero aclarar que soy una persona que he tenido la suerte de conocer dos realidades, la de Catalunya y Balears, que para mí son muy distintas. Entonces yo en las últimas elecciones apoyé como intelectual a Artur Mas, pero no aparecía en sus listas. Ese apoyo lo conocía Jaume Matas porque yo no voy con tonterías o secretismos. Creo que Artur Mas hubiese sido un buen presidente para Catalunya, pero yo vivo en Balears. Soy mallorquina y voto aquí: por eso mi opción es Matas.
-Y le recuerdo que también figuró provisionamente en una candidatura socialista...
-La gente es muy olvidadiza para según qué temas y tiene una memoria de elefante para las anécdotas. Aquello fue una anécdota. Ocurrió hace 12 años y duró dos días. Yo no aparecí en ninguna lista. Me parece ridículo esa insistencia. Moll me quería en su lista, pero algunas mujeres de su partido me criticaron.
-¿Ya sabe si participará en actos electorales, en mítines?
-No, en principio acompañaré al president en la presentación del programa del 27 de abril y naturalmente estaré con él el día que se reúna con los intelectuales, que es el ambiente en el que me muevo con mayor soltura.
-¿Cómo ha reaccionado la gente del mundo cultural al saber que usted iría en la candidatura de Matas?
-No he tenido mucha oportunidad de hablar con la gente y han tenido acceso a mí los más íntimos. Sé que mis amigos lo seguirán siendo y mis enemigos tendrán nuevos argumentos para atacarme.
-¿No le preocupa que su paso por la política pueda perjudicar su carrera literaria?
-No me da miedo. Si existe este riesgo es por parte de gente que no son lectores míos. Los que digan que no quieren leer más mis libros porque estoy en política, no son verdaderamente mis lectores.
-¿Tiene intención de seguir escribiendo?
-Esto es inevitable. Dejaré muchas cosas, pero la escritura es parte de mí.
-Sin embargo, parece difícil que pueda mantener su faceta como presentadora de televisión...
-Naturalmente no es compatible ser candidata y presentadora. En el momento que sea candidata no puedo aparecer presentando un programa en la televisión autonómica.
-¿Cómo cree que ha reaccionado la gente del PP con su fichaje?
-No lo sé, sinceramente. La gente con la que he hablado ha sido muy amable y no sé que piensa toda la gente del PP.
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