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De bar en bar en busca de votos. Esta es la estrategia que utiliza Rosa Estaràs para conseguir que el PP consiga mayoría absoluta en el Consell. Unas 40 personas esperaban el martes 17 a Rosa Estaràs en el Bar S'Agre, delante de la Cruz Roja, para escuchar las propuestas de la candidata popular. Entre los asistentes, algunas caras conocidas como la del restaurador Joan Cabrera y el presidente de la Casa de Castilla y León. Todos escuchan atentamente a la candidata, que compareció en el bar acompañada por varios candidatos: Antoni Contestí, María José Frau, Pedro Àlvarez, Antoni Serra y Fanny Pol. Con Estaràs, su inseparable libreta rosa.

La candidata hace una breve exposición de la situación. «El día 27 de mayo habrá tres urnas. Vosotros tenéis que coger la azul. Buscad mi papeleta», reclama. La candidata explica todo lo que ha hecho el Govern y asegura que ella puede conseguir muchas cosas para el Consell de Mallorca. Una vez aclarado el panorama político, Estaràs reflexiona sobre la trayectoria del PP en el Consell. «Tenemos 16 escaños y hace 24 años que nos falta uno para la mayoría absoluta. Desde hace 12 años gobierna UM, con 3 escaños, que hace de pinza. Tres gobiernan a treinta y tres. Ha llegado el momento de cambiar», reclama Estaràs. La candidata dice que cuando ella gobierne ningún conseller tendrá despacho abierto. Trabajará 24 horas, sostiene. Un ciudadano le pregunta a Estaràs si conseguirá rebajar el precio del tratamiento de los escombros. La candidata dice que ha encargado un estudio a Jaume Font para estudiar la situación. Nadie comprende que la tasa de basura sea cada vez más cara «cuando los residuos dan dinero al Consell». Estaràs promete que está en ello. Algunos tímidos aplausos que se interrumpen cuando un ciudadano lamenta que los políticos sólo aparezcan cuando llegan las elecciones. Estaràs acepta las críticas, pero dice que ella se ha reunido con cientos de asociaciones. La candidata anuncia que si accede a la presidencia del Consell, dirigirá personalmente el área social. En un momento del encuentro, Estaràs dice: «Recordad que yo multé a Douglas cuando sólo tenía 25 años. Tenía que dar ejemplo». Al acabar la charla, Estaràs participa en una cena con los asistentes a la espera de celebrar otro encuentro. En un bar, claro.