Un estudio del Imedea (Institut Mediterrani d'Estudis Avançats, participado por la UIB y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas) revela que el impacto de ratas y conejos está impidiendo la recuperación de la vegetación de Cabrera, con una especial incidencia en la disminución de plántulas (plantas jóvenes) y una depredación sobre las semillas.
El estudio, realizado por el Laboratori d'Ecologia Terrestre del Imedea bajo la dirección de los doctores Luis Santamaría y Anna Travesset, fue realizado entre 2004 y 2006, y detecta una extrema lentitud en la recuperación de garriga en las antiguas zonas de cultivo de la isla de Cabrera, situadas en su valle central.
El trabajo de los investigadores no detecta, aunque ésa podría ser la primera impresión, una especial proliferación de ratas y conejos, es decir, no nos encontraríamos ante una plaga de estas dos especies, aunque sí se ha notado un incremento. Sin embargo, el estudio llega a la conclusión de que el plan de control de depredadores de aves marinas, impulsado por el Parc Nacional con el objetivo de reducir la presencia de gatos y jinetas, está favoreciendo una mayor libertad de ratas y conejos (herbívoros exóticos para Cabrera, no autóctonos), lo que está dificultando la recuperación de la vegetación de la Isla.
En definitiva, nos encontraríamos ante un plan que, para preservar las aves marinas del Parc Nacional, está teniendo consecuencias negativas para la vegetación. Una actuación medioambiental dirigida a la protección de la fauna de Cabrera está perjudicando a un hábitat esencial como es el de la flora.
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