La vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, y la consellera de Immigració, Encarna ción Pastor, inauguraron ayer el I Congrés de Cases i Centres Regionals de les Illes Balears. La conversión de las casas regionales en agentes de comercio, básicamente encarados al ámbito del turismo; así como la consolidación de las citadas casas entre las segundas y terceras generaciones de inmigrantes fueron, en esencia, las dos cuestiones planteadas en la jornada inaugural del congreso.
Con el término de «La quinta Isla», se refirió Estaràs a las Casas de Balears radicadas en el exterior. Por su parte, la consellera Pastor reconocía ayer nada más comenzar su discurso que la celebración del congreso es «un sueño hecho realidad».
Pastor reclamó conclusiones prácticas que profundicen en el análisis de la permanencia de las casas regionales en un mundo «en el que ya no hay distancias».
«Los tiempos han cambiado y el enfoque ya no puede quedarse anclado en aspectos culturales cerrados encaminados a la defensa de la identidad».
Promover el papel intercambio en un entorno multicultural, analizar el papel social y político y garantizar el relevo generacional, fueron, en definitiva, los aspectos que la consellera de Immigració puso encima de la mesa.
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