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El buen cocinero no es el que dispone de muchos productos a su alcance, es la ama de casa que, sin saber qué va a hacer para comer, saca un buen plato», indicó ayer Miguel J. Jordà durante la presentación de su 'Diccionario práctico de gastronomía y salud'.
El acto, realizado en la sede de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, contó con la asistencia de su presidente, Pedro Cañellas, y del director adjunto jubilado de Sol Meliá, Pablo Ripoll, entre numerosos invitados del sector de la hostelería y la restauración. Con 5.034 entradas, este volumen, con una tirada de dos mil ejemplares, es una guía práctica gastronómica orientada a la salud, indica su autor, quien ha optado por utilizar un léxico desenfadado y ameno en su composición. Inmerso en el mundo de la alta hostelería desde muy joven, con experiencia en hoteles de lujo en México, Suecia y Lanzarote, además de a bordo del crucero Stella Polaris, Jordà ha recopilado todos los términos culinarios desde la A (Abacanto) a la Z (Zurracatuna), en una vasta recopilación de sabiduría y secretos de la cocina. «La idea surgió hace quince años al tomar contacto con un repartidor de frutas y verduras que recomendaba en una guía estos alimentos», asegura Jordà, quien recalca que esta obra es su segundo hijo, al haber sido concebida a la par.

Su objetivo, indica, es ligar el tema gastronómico y alimentario con la salud, al indicar la relación de dolencias como la depresión, con la conveniencia de optar por uno u otro producto. De uso recomendado para estudiantes de hostelería y restauración, este diccionario también explica el significado de numerosos términos, como «blanquear», (quitar el nervio vivo de la verdura); «ablactar»,(añadir algo de líquido a una salsa para hacerla más ligera); o «cincelar» (hacer cortes a un alimento para mejorar su cocción).

Gabriel Alomar