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TONI LIMONGI
Josep Pons Bestard se declaró siempre abiertamente republicano. El escritor y pensador falleció el 29 de mayo. El pasado día 12 de abril cumplió 94 años, pero su memoria se mantenía fresquísima. En múltiples entrevistas, habló sobre todo aquello que aconteció en Palma el 14 de abril de 1931, cuando se proclamó la II República en Mallorca. El escritor, autor del libro «Como sufrí la represión franquista en Mallorca», denunció a través de impactantes artículos las injusticias de la Guerra Civil en Ultima Hora. Fue masón, republicano y librepensador. Y estaba tremendamente orgulloso de serlo.

Poco antes de morir, recordaba un hecho que le marcó para siempre: el advenimiento de la República: «En el Ajuntament había unas 600 personas. Ahora puede parecer que son pocas, pero en esa época eran multitud. Palma tenía muchos menos habitantes. Fue un día muy tranquilo. Creo que fue el periodista Miquel Àngel Colomar (luego ayudante del alcalde Emili Darder) quien puso la bandera tricolor. Intelectuales y estudiantes, en su mayoría. Las clases pudientes de Palma no estaban. Desde el primer día estuvieron conspirando, en secreto, contra el nuevo régimen político». Bestard fue uno de los impulsores de la FUE (Fundación Universitaria Española) en Mallorca. Era una organización vertebrada desde Madrid por el mallorquín Josep Maria Sbert. Básicamente estaba integrada por estudiantes. En esa época el mundo de la enseñanza era, en gran parte, de ideales republicanos. Pons afirmaba seguro: «El 90 por ciento de los catedráticos mallorquines eran republicanos. Valgan, por ejemplo, López-Palop (matemáticas), Vicente Tejada (ciencias contables) o el gran Gabriel Alomar (literatura). Sin embargo, hay que decir que fueron gente demasiado idealista, y pagaron caro su poco pragmatismo político. De eso se aprovechó la derecha».

El ideario de Bestard siempre fue claro y conciso: «Yo siempre he ido en contra de la monarquía, ya que ésta presupone unos privilegios especiales sobre las demás personas. No es un principio de igualdad. Y yo siempre he creído que todo el mundo debe tener las mismas oportunidades. Igualdad ante la ley para todos, sin excepción. Esa es mi premisa. Además, procedo de una familia de tradición republicana. Mi abuelo, Jaume Bestard, ya tuvo los mismos ideales durante la I República española. Estuvo exiliado tres veces por defenderlos. Fue un gran amigo de Pi i Margall».

Según cuenta en su libro «Como viví la represión franquista en Mallorca» (Lleonard Muntaner), estuvo tres años encarcelado por pertenecer a una logia masónica. «Siempre digo que soy republicano por mi familia y masón por curiosidad. Siempre ha existido un rechazo a la masonería: No hay que olvidar que en Mallorca muchas beatas se santiguaban al oir la palabra masón».

Después de estar los tres años preso, le procesaron en Madrid en el tribunal de represión de masonería y comunismo. Le inhabilitaron profesionalmente hasta los años setenta, cuando pudo retomar su vida profesional. Acabada así una triste época, para renovarla hasta ahora.

Ha muerto un hombre que luchó sin descanso en la defensa de los derechos humanos y por la plena igualdad entre los hombres. Aborrecía la violencia y sólo quería una sociedad más justa.