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La barriada de es Jonquet se encuentra en pleno corazón de Palma, una de las zonas más envidiadas por su situación y por sus espléndidas vistas de la bahía de Palma. Más conocido por ser un tradicional barrio de pescadores, pasó a ser una zona de moda en los 60 y 70, hasta que los 80 y 90 marcaron el principio del fin de «una época gloriosa» hasta llegar a un estado de degradación marcado por la droga que, poco a poco, comienza a levantar cabeza pero, como asegura la presidenta de la asociación de vecinos de es Jonquet, Antonia Serrano, «queda mucho por hacer, aunque no contamos con el Ajuntament que hace mucho que se olvidó de nosotros»

Antonia Serrano está completamente segura, el problema actual que hay que «atajar de raíz» cuanto antes es la discoteca Art Decó, una continua fuente de problemas porque no hay suficiente seguridad.

Serrano se muestra contundente, el consistorio palmesano no ha hecho nada en años por es Jonquet y nunca se han podido reunir con la alcaldesa Catalina Cirer, a pesar de sus promesas de escuchar a todos los barrios. Es más, critican que hayan tenido que esperar hasta pocos meses antes de las elecciones para darse cuenta de que los «emblemáticos» molinos de es Jonquet estaban cayéndose «a cachos» y se iniciaran las obras de rehabilitación; al igual que el teatro Mar y Tierra situado en la calle Sant Magi, abandonado a su suerte a pesar de las peticiones de la asociación de vecinos y que no ha comenzado a rehabilitarse hasta hace escasamente tres meses.

Música alta y multitud de personas borrachas que no se preocupan de que los vecinos quieran dormir han convertido a la Plaça del Vapor en un hervidero las noches de los jueves, sábados y domingos. Además, denuncian que la calle Hans, adyacente a la discoteca se ha convertido «en la suite de todos los que salen de Art Decó; allí se drogan, practican el sexo en los portales, tiran lo que les da la gana y, todas las noches, se forman peleas».