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Los padres y madres de las Islas pueden saber en siete días si sus hijos recién nacidos tienen alguna enfermedad grave, generalmente genéticas o endocrinometabólicas, que pueden provocar si no se tratan a tiempo, un retraso mental.

Antes de la puesta en marcha del programa de cribado -en octubre de 2005- los padres esperaban hasta 26 días para conocer el diagnóstico de sus hijos, con lo que este hecho suponía de «retraso» en el inicio de un tratamiento adecuado.

Así lo afirmó ayer el doctor Joan Ferragut, jefe de Sección de Pediatría del hospital Son Dureta y especialista en Endocrinología Pediátrica, acompañada de Francisca González, jefa del Departamento de Sanidad de la Direcció General de Salut Pública en el acto de presentación de los datos de cribado neonatal llevados a cabo por la Conselleria de Salut i Consum.

Los programas de cribado neonatal (PCN) está dirigidos a la identificación presintomática de determinados estados genéticos, metabólicos o infecciosos mediante el uso de pruebas que pueden ser aplicadas a toda la población de recién nacidos.

El programa se inició en las Islas en 1979 con cribado de fenilcetonuria (mutaciones en el gen de la fenilhidroxilasa); hipotiroidismo congénito primario (hipoactividad de la glándula tiroideas) y en 1999 fibrosis quística.