Ayer regresó a España el último soldado mallorquín que seguía en la Base Cervantes en el Líbano, tras el atentado del pasado 26 de junio que costó la vida a seis militares españoles y que hirió de gravedad a dos soldados más, e-ntre ellos, el mallorquín Juan Paz Soler. Aitor Limones Romero, palmesano de 21 años, se ha mostrado feliz al regresar a España ya que, como aseguraba, “uno sabe a lo que viene, pero no sabe lo que puede pasar".
Así, el soldado mallorquín se siente afortunado al haber salido indemne del atentado, pero también frustrado y destrozado por lo ocurrido ya que, como aseguró hace unas semanas, no entendía lo ocurrido porque su regimiento estaba en el Líbano trabajando en misión humanitaria y antes no solían ocurrir estas cosas.
Sobre la situación en que han estado viviendo los soldados que permanecían en la localidad los días posteriores al atentado, Aitor Limones aseguró que “reinaba una calma tensa, una preocupación general y un enorme desánimo en todo el regimiento" ante un hecho que consideran injustificado. “La gente está jodida pero, ahora sólo podemos tirar hacia delante y aguantar
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