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La nueva consellera d'Educació i Cultura, Bàrbara Galmés, realizó ayer su primera prueba fuego ante los medios de comunicación en la clausura del Curso para el desarrollo de los Planes de Convivencia en los centros educativos de Balears en el que, ella misma, había impartido varias clases.

Bàrbara Galmés, junto a la rectora de la UIB, Monserrat Casas, y la doctora Carmen Orte, directora del curso, entregó los diplomas que certifican que los 35 alumnos que han realizado el curso lo han superado.

Según la consellera d'Educació i Cultura, el principal objetivo de estos cursos formativos ha sido el de aportar herramientas para desarrollar la educación y la convivencia para la ciudadanía en el contexto de los centros educativos de las Illes Balears.

Así, estos cursos, sin pretender una especialización de alto nivel, se han puesto en marcha para abastecer a los profesionales de sistema educativo de todo un conjunto estructurado de conocimientos y orientaciones prácticas que les ayuden a analizar, entender, tomar decisiones, planificar, gestionar, prevenir y resolver diversas cuestiones relacionadas con la convivencia en los centros escolares.

Según Bàrbara Galmés, «a partir de septiembre cada centro contará con su propio plan de convivencia. Un plan preventivo para crear un buen clima en las aulas» aseguró Galmés.

En este sentido, subrayó la necesidad de acercar el sistema educativo y las formas docentes a la realidad social, «que cada vez que se ha vuelto más completa y cambiante».

«Este Govern tiene la firme creencia de que la calidad en la convivencia escolar es la clave para la futura convivencia social. Además, un buen clima educativo llevará a evitar el fracaso escolar, que es un problema a cuidar en nuestra comunidad» aseguró a los medios de comunicación tras la clausura del curso.

Sobre la promesa del PSIB-PSOE durante las elecciones de facilitar a los estudiantes los libros de texto gratuitos, Galmés se mostró precavida, afirmando que se pondrá en marcha, aunque sin poner una fecha, al tiempo que señaló como objetivo inmediato y primordial de la conselleria d'Educació que «el curso comience en calma y no haya problemas estructurales en los colegios».