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En su primera visita a la estación intermodal, el president del Govern, Francesc Antich, y el conseller de Mobilitat, Biel Vicens, criticaron las deudas existentes en Serveis Ferroviaris de Mallorca y las deficiencias técnicas que presenta el metro. En rueda de prensa posterior a la visita a la estación, Vicens cifró en 500 millones el «agujero económico» que existe en su departamento como consecuencia de las distintas obras. Vicens concretó que está pendiente de liquidación obras pendientes por importe de 33 millones de euros y un déficit de tesorería de 14'5 millones. Además, los servicios vinculados a los Serveis Ferroviaris de Mallorca, entre las cuales se incluye el metro de Palma, suman una deuda de 490 millones que se terminará de amortizar en el año 2027. En este sentido, la ex consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, negó rotundamente que dejase un agujero económico de 500 millones de euros y lamentó el alarmismo con el que actúa el nuevo Govern. Cabrer dijo que los 48'5 millones a los que se refirió Vicens respondían a las liquidaciones pendientes de los contratos de obras que en estos momentos todavía están en ejecución. Cabrer se lo explicó al propio Vicens en el traspaso de poderes.

Problemas para cobrar
Al margen de la deuda, el conseller de Mobilitat cree que el hecho de haber permitido que el metro sea gratis se debe más a un problema en el cobro que a una intención de fomentar el transporte público. El metro, sin embargo, dejará de ser gratuito en la segunda quincena de septiembre. Vicens anunció que, entre otras deficiencias, el metro no cuenta con un sistema propio de mantenimiento y dijo que se buscan soluciones para que las personas que vayan en silla de ruedas no tengan dificutlades para subir a los vagones.