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Los meses de julio y agosto generalmente son sinónimo de descanso y de vacaciones escolares. Sin embargo, hay estudiantes que dedican este tiempo a preparar los exámenes de recuperación de las asignaturas que no han conseguido aprobar a lo largo del curso.

Algunos centros educativos ofrecen cursos de verano con el objetivo de prestar ayuda académica a los alumnos de ESO y de Bachillerato que tengan asignaturas pendientes.

Un ejemplo de ello es el colegio Scal Magaluf, de Calvià. Su director, Roberto Meana Miranda, explica que «alrededor de medio centenar de chicos y chicas participan en los cursos de verano, que constan de cinco horas diarias y que tienen lugar de lunes a viernes; la primera parte se desarrolló durante las tres primeras semanas de julio. A continuación hemos tenido un descanso de tres semanas y ahora estamos realizando la segunda parte, que comenzó el pasado 13 de agosto. Además de preparar la recuperación de las asignaturas suspendidas, los alumnos también realizan trabajos y actividades de refuerzo de aquellas materias en las que no han logrado los objetivos marcados».

El centro de estudios Almudaina, ubicado en el Rafal Nou, es un centro de recuperación intensiva en régimen de internado y cuenta con 19 años de experiencia. Su director pedagógico, Joan Torrens, explica que «durante julio y agosto tenemos una media de 150 alumnos estudiando aquí; el proyecto pedagógico de Almudaina pretende dos objetivos: en primer lugar, que los chicos y chicas aprueben todas las asignaturas que han suspendido y en segundo lugar, enseñarles las técnicas para no suspender más. Para ello, analizamos las causas que llevan al alumnado al fracaso escolar (falta de motivación, hábitos de estudio deficientes...). Nuestro programa se basa en grupos reducidos de ocho a diez alumnos y consta de 12 horas al día entre clases y estudio dirigido. El éxito se basa en la implicación del profesorado y de los alumnos. Alrededor del 90% de éstos consiguen resultados satisfactorios. Para nosostros, las palabras clave son 'implicación' y 'aprendizaje'».

Scal y Almudaina son parte de la otra cara del verano estudiantil, el de chicos y chicas que apuran estos días para realizar un último esfuerzo antes de presentarse a las pruebas de recuperación de septiembre, que ya se encuentran a la vuelta de la esquina.