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Alrededor de cincuenta personas respondieron ayer a la convocatoria del Museo de Mallorca en su segunda jornada del ciclo 'Viandes per ben nodrir', organizado en el marco del Año de la Ciencia con el objetivo de acercar al público unos productos que de una u otra manera han estado presentes en todas las culturas que han pasado por Mallorca. Si la semana pasada el aceite fue el protagonista, en esta ocasión fue el Queso de Maó, con Denominación de Origen desde el año 1985, quien acaparó la atención del público en los tres apartados diferenciados de esta jornada: una cata comentada, conferencia-coloquio y degustación gastronómica.

Piedad López, representante del consejo regulador de la D.O. del Queso de Maó, fue quien orientó a los asistentes en una cata que permitió analizar y diferenciar sabores, texturas, olores y colores. «Dentro de lo que es la Denominación de Origen existen dos tipos: el «Mahón» (cuando la leche es sometida a algún tratamiento de conservación) y el «Mahón artesano (hecho con leche recién ordeñada y que no ha sido sometida a ningún tipo de tratamiento de conservación)», afirma López. «Respecto al grado de maduración, se comercializa el queso Mahón tierno, un queso blanco, blando y de sabor suave; el semicurado, con una elaboración que ronda entre los 60 días y los seis meses y de color marfil amarillento; el queso curado, con más seis meses de elaboración, pasta firme, con cierta resistencia al corte y de color amarillo más oscuro; y el añejo, un queso muy duro con sabor muy intenso». Todos ellos comparten un rasgo: la pasta posee unos agujeritos del tamaño de una cabeza de alfiler.

Es casi seguro que el queso formaba parte de la gastronomía en tiempos de la Prehistoria, según consta en determinada documentación publicada por arqueólogos. Sus comienzos también están vinculados a una sociedad ganadera, tal y como detallaron Antoni Contreras Mas, médico psiquiatra y gastrónomo; Gabriel Llompart, licenciado en Teología y doctor en Historia, e Isabel Llinàs, doctora en Historia y catedrática de Historia Antigua de la UIB. En la conferencia impartida tras la cata realizaron un recorrido por la historia del queso, las funciones que ha tenido en la sociedad, cambios en su elaboración y su futuro.

Esta jornada finalizó con una completa degustación de platos cocinados con queso; entre ellos, ensalada de ceps y queso; de ruca, queso y nueces; uva con queso, torrada de anchoas y queso; torrada de atún, queso y mango; tostada de queso y sobrassada y tostada de escalibada y queso.

Mercedes Azagra