La modificación de las tasas municipales, impulsada por el equipo de Gobierno de Cort, obligará al ciudadano a desembolsar unos 50 euros más en 2008 que la cuantía abonada en el actual ejercicio. Así lo aventuró el regidor del PP Julio Martínez, quien precisó que este aumento medio en el pago de impuestos o calvotasa, en referencia a la alcaldesa Aina Calvo, no contempla todavía la subida de las tarifas de Emaya respecto al agua y al alcantarillado.
Según Martínez, la calvotasa, que incluye un incremento del 6% en la contribución urbana, del 26% en la tasa de residuos y de hasta el 16% en la ORA, «perjudicará a todos los colectivos sin excepción». No obstante, apuntó que «los más perjudicados serán los pensionistas o las personas cuyo salario sólo se incremente el 3% del IPC».
Así las cosas, el edil avanzó que su partido alegará en el próximo pleno «el ibitazo-de IBI- y el resto de subidas desmesuradas». En este sentido, concretó que propondrán «las mismas medidas fiscales que nosotros hubiésemos aprobado de seguir al frente de Cort».
En concreto, los populares abogan por congelar el IBI y ampliar los beneficios fiscales para las familias numerosas, mediante «el aumento del valor catastral de 100.000 a 150.000 euros para la bonificación del 90%» y un nuevo beneficio del 50% «cuando el valor catastral sea superior a 150.000 euros y hasta 200.000 euros», concretó.
Por lo que respecta a la limitación del pago a la carta, el PP critica la barrera de descuento del 5% a las viviendas de menos de 150.000 euros y apuesta por ampliarlo a 200.000 «para llegar a más gente y motivar la domiciliación del pago. Esto repercutirá en la gestión de recaudación de tributos», insistió.
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