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Durante toda la tarde, y parte de la noche de ayer una veintena de graffitis participaron en la segunda edición de HIPalma, que también acoge numerosas actuaciones musicales y representaciones de «hip hop», «breakdance», etc, además de un concurso de «rapeo». Una cita que estuvo arropada por escaso público, en su mayoría adolescentes que desvelan por su forma de vestir y comportar un modo de vida.

Una cultura que, quizás, no corresponda en muchas ocasiones con la imagen que ayer dieron algunos jóvenes de orden y cuidado del mobiliario urbano, pues en la realidad de la vida cotidiana de esta ciudad algunos de los jóvenes que derrochan su talento con cierta elegancia sobre un enorme panel de madera con sprays de pintura de colores, también se les adjudica el protagonismo de una forma de su forma de expresión en fachadas, cocheras, puentes, bancos en los parques, etc.

La segunda edición del festival de HIPalma, que organiza el Ajuntamen de Palma, contó con la presencia del propio regidor de Joventut i Esports, quien acompañado del coordinador general d'Economía i Treball, Llorenç Palmer; el director de Jovent, Jaime Almendro, y la asesora de Joventut, Cristina Cabalin, comprobaron cómo transcurrió los diversos actos. Para dicho festival de 'hip hop' se transladaron hasta las instalaciones exteriores del polideportivo Son Moix algunos de los mejores profesionales de cada especialidad. Las actuaciones musicales sobrepasaron la medianoche a ritmo de «Jotamayúscula», «Gordo Master», «Black Baudelaire» y «Enmedio de todo».