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Esquerra rindió ayer homenaje al que fuera vicepresidente de la formación durante el Alzamiento, Sebastià Llabrés, natural de Llubí, fusilado aproximadamente el 30 de agosto del mismo año que tuvo lugar el golpe franquista.

En el mismo, se homenajeó también a su ahijado Sebastià Llabrés Socies, haciendo así extensivo el recocimiento a los familiares de las víctimas de la Guerra Civil española.

En el encuentro tomó parte la Associació per a la Memòria Histórica de Mallorca, en concreto su presidenta, Maria Antonia Oliver; y miembros de Esquerra.

Joan Lladó presidente de la formación política calificó de «insuficiente» la Ley de la Memoria Histórica.
Lladó argumentó que la citada norma no anula los juicios franquistas y tampoco contempla la devolución de los bienes que fueron requisados a los represaliados.

Es el caso de Sebastià Llabrés. Tras su muerte le fueron arrebatadas dos fincas en Llubí, una casa en Can Picafort y maquinaria por la que después pujó la propia familia en subasta pública.

El ahijado del que fuera vicepresidente de Esquerra recibió una placa en agradecimiento a aquellos que «han mantenido viva la memoria» y un ejemplar dedicado de Diccionari Vermell de Llorenç Capellà.

Por su parte, Maria Antonia Oliver aportó el documento oficial que certifica la defunción de Sebastià Llabrés.
En el documento se describe primero el aspecto físico de la persona cuya identificación consta como desconocida y apunta a una «hemorragia interna» como causa de la muerte.

En un epígrafe posterior, el documento incorpora el testimonio de una persona que identificó el cadáver como el de Sebastià Llabrés Castell.
La asociación ha demandado al Ajuntament que la fosa en la que están muchos «desaparecidos» del franquismo se convierta en un memorial.