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PEDRO PRIETO Dentro de unas semanas, tropas de a Comandancia General de Baleares se van a hacer cargo de la base española de Kosovo, en Isok, un lugar algo apartado de las que pudieran considerarse zonas conflictivas de este nuevo país. Llegarán allí en un momento crítico ya que apenas hace una semana la que fuera provincia serbia ha logrado independizarse.

No es la primera vez que viajan militares de esta comunidad a la citada base. En 2003 estuvieron 19 militares de Son Tous, Avenidas y General Asensio, englobados en el denominado Elemento de Apoyo Logístico Nacional. Claro que ahora será diferente
La base España, de Kosovo, está a unos 25 kilómetros de una pequeña localidad, Pec -Pedja, en albanés-, en la que me busqué un hotel, el Gold, para dormir y desayunar, ya que en la base sólo podía estar durante el día, excepto la última noche de mi estancia en tierras albano kosovares, que me permitieron pernoctar, más que nada para ahorrar tiempo en mi viaje de vuelta a España, ya que el aeropuerto macedonio de Skopje distaba cerca de cien kilómetros y el vuelo era más bien tempranero.

Esta es la segunda base que se construye en aquella zona. La primera estuvo a no mucha distancia, en un antiguo convento. Fue una base provisional, cuyas condiciones en cuanto a espacio, no eran las más adecuadas. De ahí que cuando se tuvo lista esa otra, se pasó a ella.

Como siempre que he estado en una base militar española en el extranjero - y he estado en varias- el trato recibido en esta fue excelente, desde el general al último solado.

Cada mañana, muy temprano, el comandante Peregrina responsable de PIO de la base, me venía a buscar a hotel. Le acompañaba un chófer, pues la norma es que siempre circulen dos. Por seguridad más que nada.

En 2003, casi a finales, fueron a Kosovo militares pertenecientes a la Camandancia General de Balears con destino en Son Tous, acuartelamiento de las Avenidas y General Asensio, en total 19, 15 de los cuales, entre ellos las dos únicas mujeres, se quedaron en la base y el resto, el denominado Escalón Retrasado, en Petrovec, a un kilómetro escaso del aeropuerto macedónico. Los mallorquines formaron lo que se denominó el KNSE XI Elemento de Apoyo Logístico Nacional, y que abarcaba cuatro misiones: mantenimiento o reparación de vehículos y armamento, abastecimiento, transporte y apoyo sanitario. Eso los de la base España. Los de Petrovec se encargaban de la cocina de la base y de la sección de tanseúntes, explotación de recursos locales, ofimátca y recuperación del armamento que se le entrega a la tropa.

A pesar de que han transcurrido los años, recuerdo que en el centro de la base España estaba el gran patio en el que se celebraba la misa y los actos castrenses. Que junto a las banderas se levantaba el edificio que albergba el Estado Mayor; que el comedor se hallaba en la planta baja cerca del salón de recreo y bar, en cuyas paredes colgaban la camiseta de Raúl, del Madrid, y otra del Barça, a las que, supongo, se les habrá unido la del Mallorca que nos pidieron los militares de la Isla, y que el teniente coronel Ortiz se encargó de gestionar.

Aunque siempre se dice que las bases militares del extranjero se rigen por un horario, generalmente se trabaja hasta que deje de haber trabajo. En cuanto al tiempo libre, quien disponga de él, lo dedica a leer, a ver la tele, a ejercitarse en el gimnasio. De vez en cuando, con el comandante Peregrina salía a dar un vuelta, más que nada para ver cómo funcionan las cosas en tan peculiar provincia serbia, pero en la que mandaban los albaneses por ser mayoría. En según quélugares, como en la capital, Prístina, o en el valle de Osojane, de tarde en tarde se producía algún que otro conato de violencia. En la capital, porque siempre hay más gente que en otros lugares, y no todos piensan igual. En Osojane, porque allí hay un asentamiento serbio y porque desde antes de los bombardeos de la OTAN sobre Kosovo y Serbia, producidos en marzo de 1999, albaneses y serbios convivían más mal que bien en esta provincia. Poco antes de que este se produjera, los albaneses escapando de la limpieza étnica que había organizado Milosevic, pusieron tierra de por medio, regresando a ella antes de que lo hicieran serbios, que también habían abandonado su provincia a nada que las bombas comenzaron a caer sobre ella. Esta vuelta masiva la propició la Resolución 1244 de Naciones Unidas, que permitía el regreso de los refugiados y personas desplazadas a sus lugares de origen.

Ahora de nuevo las dos etnias conviven en esta, como decimos, peculiar provincia administrada por Naciones Unidas -estamos hablando del año 2003- surgen de vez en cuando encontronazos entre unos y otros, saliendo perdiendo casi siempre los dueños del territorio, los serbios, por ser minoría. Por eso, a la zona de Osonaje ha sido destinado un destacamento español, para evitar conflictos entre unos y otros, pues según pudimos ver, mientras los albano kosvares de aquel valle vivían en casas de ladrillo, los serbios lo hacían en contenedores, de forma hacinada, y debían de seguir en ellos hasta que les dieran una casa, o ,si no, marcharse y probar fortuna en otro lugar. Hoy, según mis noticias, casi todos ya viven en casa e ladrillos.

En el año 2003, las tropas españolas estaban muy bien vistas por la población, fuera serbia o albano kosovar. Hoy parece que está ocuriendo lo mismo.