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LL.PLANAS/L.MOYÀ
La acelerada recogida de avales entre los compromisarios por parte de la actual dirección del PP balear ha abierto las críticas internas. La presidenta Rosa Estaràs empezó el pasado lunes, cuando todavía no se habían elegido a todos los representantes electos, a recoger firmas para la candidatura de Mariano Rajoy para el congreso nacional que se celebrará del 20 al 22 de junio en Valencia y, también, para que ella pueda optar al regional, que se llevará a cabo el 5 de julio en Palma.

Catalina Cirer y Carlos Delgado expresaron durante la crispada jornada del viernes su malestar por esta circunstancia y dejaron entrever que se ha abierto la guerra por los avales. Delgado, que ya ha dado el paso adelante para competir con Estaràs anunciando que luchará por la presidencia del partido, amenazó incluso con impugnar el proceso, mientras que Cirer, que por el momento no tiene intención de presentarse, criticó la «falta de respeto» de la presidenta por haber empezado a recoger apoyos entre los representantes de Palma.

La recogida de avales de compromisarios cuando todavía quedan más de dos meses para el congreso regional no es habitual. Los estatutos del PP establecen que los compromisarios sólo pueden avalar con su firma una candidatura, por lo que un solo aspirante podría abortar en este tiempo la presentación de otras listas haciendo una masiva recogida de apoyos. Por eso, normalmente se espera a la misma cita congresual para pedir las firmas.

Según los mismos estatutos internos de los populares, para presentar una candidatura se necesitan los avales del 20 por ciento de los compromisarios del congreso. En el caso de la cita del PP balear, para presentarse serán necesarios unos 420 de los 2.000 representantes. Si Estaràs, disponiendo de la 'maquinaria' del partido, llega a superar los 1.600 apoyos, impediría una lista alternativa para el 5 de julio. Si supera los 1.200 antes de esta fecha, sí podrían darse las dos candidaturas, ya que significaría que Delgado habría conseguido los avales suficientes para presentar su candidatura.

Las críticas en el PP balear se han sumado a las que se han lanzado a nivel nacional contra Mariano Rajoy por el mismo motivo. La dirección nacional envió el lunes a las direcciones regionales los formularios para empezar la recogida de avales en favor de Rajoy. El proceso de elección de los compromisarios no se cerraba hasta el día siguiente. En Balears, la presidenta Estaràs ya ha dado su apoyo explícito al actual presidente del PP nacional. La coincidencia de la elección de representantes para el congreso nacional y para el regional, otra circunstancia que también ha levantado críticas, permitió a Estaràs empezar a recoger apoyos para su proyecto.

El pasado viernes, Delgado criticó que Estaràs hubiera empezado la recogida de los avales. Acto seguido, la actual presidenta del PP se mostró dispuesta a permitir que, aqueél que lo quiera, cambie su aval para dar su apoyo a Delgado. Ayer, y a través de un comunicado, el alcalde de Calvià manifestó su satisfacción por la «rectificación» realizada por el presidente del Comité Organizador del Congreso regional, Francesc Fiol.

Fiol, por su parte, defendió a Estaràs que, según él, actuó «legalmente y en su derecho» al pedir los avales de los compromisarios momentos después de ser elegidos. «Si se movió con rapidez y habilidad el miércoles es válido, es legal y estaba en su derecho. Estaràs no hizo nada mal hecho», remarcó.

Por otra parte, la junta local que el PP de Palma celebró el viernes fue bastante tensa. Un sector, liderado por José María Rodríguez, se mostró reacio a apoyar a Estaràs, quien encontró mucha oposición en Ciutat. Muchos de los asistentes vieron con malos ojos que la presidenta del PP y candidata recogiera los avales de una forma tan precipitada, y quisieron mostrar su disconformidad a Cirer. La ex alcaldesa fue quien más apoyó a Estaràs, aunque aseguró que luchará para que Palma tenga más peso. Cirer recordó a Estaràs que, si quiere el apoyo de los compromisarios de Palma, deberá negociar con ellos.