La conmemoración del Día Europeo de condena del Régimen Franquista reunió ayer en el cementerio de Palma a los miembros y simpatizantes de la Associació per a la Recuperació de la Memòria Històrica de Mallorca.
Maria Antònia Oliver, presidenta de la asociación, denunció que el 18 de julio, «supuso el inicio de la Guerra Civil, que desembocó en una dictadura militar, represora y asesina que hizo retroceder a la sociedad española en sus aspectos económicos, culturales, de convivencia, políticos y de derechos humanos». En el acto se leyó un manifiesto reivindicativo y el violinista Jordi Juárez interpretó el Cant dels ocells.
Entre los asistentes se encontraban algunos de los que en su momento fueron niños del franquismo, como Antoni Tomàs, quien recordó que «cuando yo tenía seis años venía al cementerio con mi madre a recordar a mi padre, que fue enterrado en una fosa». Tomàs añadió emocionado que «nuestra infancia fueron las alarmas, las bombas y el miedo».
Manel Suárez, vicepresidente de la Associació per a la Recuperació de la Memòria Històrica, lamentó que el 18 de julio sea todavía una fecha reivindicativa, debido a que hay personas que todavía se niegan a condenar el franquismo y esta circunstancia, junto con la negativa a suprimir la simbología franquista de las calles y plazas, entorpece la recuperación de la plena normalidad democrática.
Desde esta asociación se ha desarrollado una base de datos de muestras de ADN de los familiares de los desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura (más de 200 familias han dejado sus muestras), lo que supone el paso previo necesario para abrir las distintas fosas de la Isla (Palma, Porreres, Calvià, Manacor) e identificar los restos mortales de los desaparecidos. Sin embargo, Manel Suárez lamentó que la asociación que él representa tramitó una denuncia en la Audiencia Nacional en el año 2006, que incluía una relación de personas desaparecidas en la Isla durante la contienda y la dictadura e instaba a que el Estado se hiciese cargo de la recuperación de los cuerpos; no obstante, la Fiscalía no vio indicios de delito en las desapariciones por no estar consideradas como tal durante el franquismo. Actualmente el juez Baltasar Garzón está estudiando la petición, que incluye una relación detallada de todos los asesinados.
Maria Antònia Oliver apuntó que en el cementerio de Palma existe además un gran osario donde fueron depositados restos de víctimas republicanas junto con los de otras personas que no podían costearse una sepultura, lo cual, según los arqueólogos, hace casi imposible la exhumación de los restos. Por ello la Associació per a la Recuperació de la Memòria Històrica presentó ayer el proyecto Memorial Palma en homenaje a todos los desaparecidos.
La asociación prevé la creación de un conjunto escultórico en la pared donde se fusiló al alcalde Emili Darder, que incluirá figuras de mujeres, «que venían al cementerio con sus niños a recoger la ropa de sus maridos o hermanos fusilados y que habitualmente eran tratadas con desprecio». Además se quiere transformar el recorrido que hacían los cuerpos de los asesinados en la pared del cementerio en un Passeig per la Memòria, que incluirá la inscripción de las personas víctimas de la represión franquista en Palma «para recuperar la dignidad y el recuerdo para aquellas personas que todavía buscan a sus familiares». Está previsto que el Passeig sea inaugurado el 1 de abril de 2009, fecha en la que se cumplirán 70 años del fin de la contienda. Maria Antònia Oliver manifestó el deseo de que «ese día se acabe la guerra para todos y se haga justicia con las víctimas de todos los bandos, ya que a las del bando opuesto ya se las compensó en su momento». Finalmente se formulará una propuesta didáctica dirigida a todos los institutos de Mallorca para que los estudiantes visiten el Memorial y conozcan los hechos de la Guerra Civil y la dictadura.
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