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Marlene Mourreau está en Mallorca desde hace unos días, parte de los cuales los ha pasado en la casa de Marc, ex marido de Normal Duval, con quien tiene muy buena amistad, y al decir buena amistad lo decimos en el buen sentido de la palabra: amistad de amigo, que no de otra cosa. A Marlen, que está un poco out, porque que se sepa no se tienen muchas noticias de ella -aunque todo se andará; porque Marlen es como el león que, o descansa, o caza, y ahora no caza-, la veremos el próximo jueves en «Temporada alta», donde seguro se explayará sobre lo que ya sabemos todos: amores y desamores, sobre sus conquistas, sobre sus idilios, sobre sus fracasos, que seguramente también los habrá tenido A nada que le tiren de la lengua y la lleven por donde ella gusta caminar, seguro que convertirá la velada en lo más divertida que uno pueda imaginarse
Y... Pues que Marlene, guapa, sexy, extrovertida, divertida, sigue siendo una de las mujeres más deseadas de este país, y como ella lo sabe, se deja querer. Por mucho que se lo propusiera, a no ser que se caracterizara como Charlize Theron, en Monster, jamás pasaría desapercibida en ningún lugar. Y es que la francesa es como es. Gustará o no, pero jamás dejará indiferente a nadie. Puede que se la critique, incluso que se la odie, pero siempre serán más quienes la desean.

Marlene, que está en Mallorca desde principios de la pasada semana con su hijo, tampoco descuida su aspecto físico. Lo digo porque ayer estuvimos con ella en el gimnasio Illes y.... véanla, machacándose. Porque un cuerpo como el suyo no es producto de la casualidad. Tal vez la genética ha tenido que ver, pero de pulirlo se ha encargado el gimnasio, el ejercicio físico, a dieta, ciertos sacrificios ¿Noticias de ella? Les adelanto tres: una, que es la imagen de un vino, el Purrose; dos, puede que en otoño haga un programa de radio; y tres, el año que viene, a través de internet, dará clases de gimnasia. Mañana les contaré lo que me contó...