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A partir del 1 de enero de 2009, IB3 quiere llegar a tener los servicios mínimos necesarios para el día a día. Para conseguirlo, llevará a cabo un plan de saneamiento que tendrá como objetivo «redimensionar el ente público y ajustarlo a la realidad y a la disponibilidad económica actual del Govern», según Antoni Martorell, director general de la radiotelevisión balear. Además, en cuatro años tendrá que reducir su presupuesto casi a la mitad, ya que la aportación del Govern pasará de 95 a 53 millones de euros.

El primer paso ha sido la reducción en un 23 por ciento de los gastos corrientes. El segundo empezará ahora: «Ajustar la plantilla propia de IB3». El ente público cuenta con una plantilla de unas 158 personas. «Mantendremos el personal mínimo y necesario». El objetivo: «Tener una televisión más ligera a nivel de estructura y más barata porque, ahora, IB3 está sobredimensionada. Ha llegado la hora de estrecharse el cinturón».

Martorell recordó que el canal autonómico tiene una deuda heredada de 168 millones de euros, circunstancia que ha motivado el plan de saneamiento. «O reajustamos o llegaremos a la quiebra porque no podremos hacernos cargo de los pagos», aseguró Martorell.

Dentro del plan de saneamiento se ha incluido la convocatoria de siete concursos públicos: el de sistemas, el de operaciones de televisión y el del mantenimiento de los platós. Los otros tres servirán para contratar a la empresa que se encargará de los servicios técnicos de la radio y de la televisión (que se han presentado por separado) y de los informativos (que sólo incluirá los informativos y los boletines y no otros programas).