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La Asociación Profesional de Trabajadores Autónomos (APTA) de Balears presentó ayer al president del Govern, Francesc Antich todo un conjunto de medidas para dar estabilidad al sector que da trabajo a unas 90.000 personas en las Islas.

El presidente de APTA-Balears, Jaume Sitjar, acompañado del gerente de la asociación, Juli Mascaró y del director general de Treball, Pere Aguiló, fue recibido por el president Antich a quien le expuso que los autónomos de las Islas necesitan una inyección económica de «60 o 70 millones de euros» para conseguir que este sector se estabilice en el actual periodo de «crisis o ralentización como lo quieran llamar», puntualizó Sitjar.

Sitjar y Mascaró reconocieron, después de la reunión con Antich y Aguiló, el talante negociador del Govern y apuntaron que «aunque hemos cifrado en unos 70 millones el valor de las medidas que hemos propuesto, sólo se trata de una aproximación» y que ahora deberá ser el Govern quien ponga manos a la obra para que las reivindicaciones de los autónomos tengan reflejo en el presupuesto de 2009.

APTA-Balears ha propuesto un total de cinco medidas: ayuda al trabajador autónomo y pequeños empresarios individuales que se vean afectadas por procedimientos judiciales de concurso de creditores.

Además piden ayudas para la creación del primer puesto de trabajo con contratación indefinida de trabajadores, medida que podría beneficiar a unos 5.000 trabajadores autónomos y que permitiría crear 5.000 nuevos puestos de trabajo.

Ayuda y reconocimiento a los trabajadores fijos discontinuos, bien mediante incentivos para continuar con su actividad también en la temporada baja o subvencionando parte de las cuotas de este periodo.

Fomento de la autoocupación de trabajadores en paro. «Si 5.000 trabajadores se pudieran acoger a estas ayudas bajaría el número de parados», especifican desde APTA-Balears.

Por otra parte la asociación pide al Govern la adopción de medidas financieras para los trabajadores autónomos.
Jaume Sitjar, presidente de APTA-Balears considera que «las medidas, aunque sean ambiciosas, responden a las necesidades reales de nuestra economía».