Imagen de un grupo de participantes.

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Los vecinos de Bunyola salieron a la calle en ropa interior. Bueno, no todos, sólo los más atrevidos. Y, es que ayer se celebró la cuarta edición de una original y divertida Correguda en roba interior.

Más que un maratón o una carrera entre las estrechas calles de Bunyola, el espectáculo se convirtió en un animado pasacalles. Los participantes, ligeros de prendas, fueron llegando a media tarde a la plaza de Bunyola, concretamente al bar Limoix. En poco tiempo la animación fue creciendo y los vecinos, incluso gente de Palma, Sóller y otras localidades se acercaron a participar y a disfrutar del extraordinario ambiente. Todos o casi todos iban semidesnudos, pues hasta los xeremiers marcaron paquete con unos minúsculos calzoncillos. Y, precisamente ésa fue la prenda más llevada, junto a bragas y culots. Quienes causaron expectación, sobre todo en una esteticién, pues iban sin depilar, fueron los «nadalitos». Changuito, Sisto y Mateu tan sólo tapaban sus partes con una pelota de goma y como complemento en el «atuendo», una raqueta. También llamó la atención Jorge, quien llegó a lomos de un precioso caballo, llamado Chicuelo de raza apalusa y propiedad de Emilio Flores.

Entre pantys, ligueros, calzoncillos y tangas nos encontramos al grupo de Esteve y sus amigos de Palma vestidos de «superbunyoles». Otro divertido grupo fueron las vedettes arropadas con coloridos paperis. Uno de los grupos más conservadores y tradicionales, donde había participantes de todas las edades fueron las payesas con sus faldones, pantalonets, con bonitos bordados y de impoluto color blanco.

Julián Aguirre

Texto y fotos

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