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Mallorca ofrece en verano un amplio abanico de playas a las que miles de turistas acuden desde cualquier lugar del mundo. Pese a ello, la oferta turística de la Isla no sólo concierne al famoso sol y playa, sino que también ofrece multitud de alternativas que fascinan a aquéllos que visitan Mallorca durante estos meses. Una de esas alternativas es la visita de algunos monumentos que bien por su antigüedad o por su belleza arquitectónica seducen a los visitantes.

En primer lugar, la Catedral de Mallorca fascina a muchos turistas por ser una de las de mayor altura entre las del gótico europeo. Además, cuenta con uno de los mayores rosetones del mundo gótico. Son muchos los que diariamente se congregan en los alrededores del Parc de la Mar para visitarla y contemplar también el retablo cerámico realizado en la Capilla del Santísimo por el artista Miquel Barceló.

Siguiendo con el recorrido por el casco antiguo de Palma, el Palau March también es un gran reclamo para los que desean visitar un museo que dispone de la Colección de Escultura Contemporánea, el Belén Napolitano del siglo XVIII y la Sala del Libro.

Asimismo, otro de los puntos claves en esta ruta turística es la plaza de Cort. En ella muchos aprovechan para hacer un alto en el camino y cobijarse bajo la sombra en uno de los bancos del Ayuntamiento. Mientras, otros contemplan con asombro el olivo milenario que preside la plaza.

A continuación, un poco más adelante, se encuentra otro lugar de obligado paso, la plaza Mayor de Palma. Los turistas realizan un alto en su camino para disfrutar de algún refrigerio, mientras las numerosas estatutas humanas esperan con una rigidez asombrosa el ruido de una moneda que les permita cambiar de postura.

Del mismo modo, otra estatua, esta vez de Fray Junípero Serra, se divisa desde cualquier rincón de la plaza San Francisco. Ese reclamo sirve a muchos para adentrarse en el claustro situado junto a la iglesia. En él se puede disfrutar de un espacio único en el centro de la Ciudad.

Finalmente, algo más alejado de la ciudad se encuentra el monumento que cuenta con una de las vistas más privilegiadas de toda Palma, el Castell de Bellver. Rodeado por un atractivo paraje natural, desde su terrado se divisa toda la bahía de Palma. Además, su interior alberga un patio en el que se encuentran diferentes salas, como el Museu de la Ciutat, que ofrece una interesante exposición de la historia de Palma.