Arqueólogos durante un fin de semana

Un centenar de personas, entre niños y mayores, descubrieron en primera persona las formas de vida de los primeros pobladores de la Isla. «Hemos encontrado un horno que se utilizó para cocer pan durante los siglos I y II antes de Cristo», explicó Magdalena Salas, la arqueóloga que ha dirigido las últimas excavaciones en el yacimiento.

«¿Cómo lo sabéis?, ¿cómo funcionaba?», se apresuraron a preguntar los más curiosos. «Pues sabemos que el horno es de esa época porque estaba formado por ánforas rotas, un tipo de cerámica muy común en esos siglos», afirmó Salas, quien añadió que «por el estado de la cerámica sabemos que en este horno la temperatura de cocción no era alta y, además, hemos encontrado bandejas que se utilizaban para servir el pan». Las respuestas convencieron y los asistentes volvieron a interrogar a la arqueóloga durante la visita a las navetas y al talaiot cuadrado «que se construyó por lo menos quinientos años antes que el horno de pan», aseguró Magdalena Salas.

Tanto los adultos como los niños quedaron fascinados con los misterios de un entierro ritualizado «porque el esqueleto estaba en el poblado, cosa que no es habitual, y porque sólo se encontró la parte derecha del cuerpo, perfectamente colocada pero sin el cráneo», explicó la arqueóloga.

Al terminar el recorrido por el poblado, una visita a la que uno de los asistentes bautizó como «la mesa de las curiosidades». Piezas de museo que se llevaron expresamente al yacimiento del Hospitalet Vell para explicar cuáles eran los animales que los pobladores de la prehistoria estaban acostumbrados a ver, qué tipo de joyas utilizaban y cómo vivían. En definitiva, unas jornadas en las que quedó demostrado que es interesante conocer cualquier tiempo pasado.

Joan Sitges