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La directora general de Mobilitat, María Luisa Gracia, y el ingeniero jefe del Servicio de Regulación y Control del Tráfico Urbano, Fernando Rodríguez, explicaron ayer cómo funcionará el nuevo sistema de lectura de matrículas con videocámaras, que sustituirá por completo, de forma progresiva, al actual sistema de pilones retráctiles en las zonas Acire del casco antiguo.

Rodríguez recordó que el sistema de pilones empezó a implantarse en 2001, y recordó también que la empresa que los suministraba y que se ocupaba de su mantenimiento quebró a finales de 2007.

El nuevo sistema, que funciona ya en ciudades como Madrid, Córdoba o Granada, será implantado a partir del primer trimestre de 2009 en las calles Can Savellà, Corderia, Can Ribera y Monges, de la que se quitará el actual pilón. Esta primera fase del proyecto tendrá un coste de unos 198.000 euros.

Las personas que sin ser residentes deseen entrar en cualquiera de esas cuatro calles, por ejemplo para visitar a un amigo o a un familiar que viva allí, tendrán que comunicar a la Policia Local el número de matrícula de su vehículo, a través de un número 900, de internet y, posiblemente, de mensajes sms.

Dicha comunicación podrá efectuarse entre las 48 horas anteriores y las 48 horas posteriores a dicha visita. En caso de que no se realice la citada comunicación en el plazo fijado, Cort sancionará a esa persona con una multa de 90 euros. Durante el periodo de prueba de este nuevo sistema, que será de sólo dos semanas, no se pondrán multas, sólo se enviarán notificaciones.

También se estudiará que las personas que sólo permanezcan 20 minutos en las zonas Acire no sean multadas.
Por su parte, el regidor popular Carlos Veramendi, volvió a criticar ayer de nuevo dicha iniciativa, al considerar que «es una medida que cuenta con la oposición de los ciudadanos, no mejora la situación del tráfico y supone una nueva rectificación».