El Govern de Balears gobernará, a partir de ahora, como si estuviera en minoría. Al menos ese es el mensaje que trasladaron diferentes dirigentes de los partidos que lo forman, y la propia Joana Barceló (portavoz del Ejecutivo), durante una sesión plenaria donde el protagonismo se centró en la actividad de los pasillos y, sobre todo, en las idas y venidas de Bartomeu Vicens, suspendido de militancia por UM y a la espera de pasar al Grupo Mixto.
El portavoz del grupo del PSIB en el Parlament, Antoni Diéguez, aseguró que el Govern buscará acuerdos «puntuales» con el PP, si la aritmética parlamentaria le obliga a pactar con la oposición para sacar adelante leyes y propuestas en la Cámara autonómica, si bien aseguró que un pacto estable con los 'populares' es «muy difícil». Sobre la posibilidad de rechazar el voto de Vicens para sacar adelante los proyectos del Govern, dijo que «no existe la posibilidad de rechazar el voto de ningún diputado». Joana Barceló, portavoz del Govern, insistió en este punto, «no podemos decirle a un diputado que no nos vote», mientras aseguraba que «la estabilidad política» del Govern «está asegurada».
Joan Flaquer, del PP, sí dejó claro que su partido no aprovechará el voto de Vicens para sacar adelante proyectos que supongan dejar en minoría al Govern. Una opción que Biel Barceló, portavoz del Bloc en la Cámara, tampoco contempló como válida. Barceló aseguró que desde su formación «no se negociará con Bartomeu Vicens», y reiteró que el diputado «se tiene que ir» por razones de «ética política» y por un «tema democrático».
Aunque el Govern considera que se encuentra en una situación de minoría ya que no quiere depender del voto de Vicens, en el pleno celebrado ayer en el Parlament todo siguió igual que en otras semanas. Es decir, Vicens apoyó al Govern cada vez que las fuerzas de centro izquierda necesitaron su voto. En una moción sobre vivienda protegida, el diputado del grupo popular Antoni Pastor preguntó al grupo mayoritario si aceptaba pactar la propuesta con el PP para no depender del voto de Vicens. Pastor no obtuvo ninguna respuesta. La iniciativa fue rechazada por 30 votos de la mayoría. «No hay tanta crisis como parece», ironizó Pastor.
El grupo parlamentario de UM deberá trasladar a la Mesa del Parlament la suspensión de militancia de Bartomeu Vicens para que se haga efectiva. La Mesa se reúne hoy, pero el orden del día no incluía ayer la suspensión y sí la renuncia de Vicens como portavoz del grupo en la Cámara, cargo que ocupará Josep Melià. Precisamente, es Melià quien debe informar a la Mesa de la decisión de la Ejecutiva de UM, que supondrá que la formación nacionalista pierda su grupo parlamentario y pase, al igual que Vicens, al Grupo Mixto. La intención de UM es negociar al máximo su paso al Grupo Mixto, sobre todo lo que se refiere al tiempo que tendrá para intervenir en los plenos o a su participación en las comisiones.
Hubo muchas declaraciones durante la jornada de ayer, de las que sobresalen la oferta de pacto que lanzó Rosa Estaràs (PP) al Govern para que Antich no se apoye en un imputado.
Los partidos «agradecieron» la oferta pero aprovecharon para exigir al PP que «no diera lecciones» y le recordaron que también en sus filas hay parlamentarios y parlamentarias imputados en causas diversas: Josep Juan Cardona, Catalina Soler oJaume Font.
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