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El delegado del Gobierno en Balears, Ramón Socías, aprovechó ayer el acto del Día de la Constitución para pedir medidas contuntentes frente a problemas como la corrupción y la crisis económica. Socías dijo que fallan algunos mecanismos para controlar la corrupción y advirtió que la imagen de toda la clase política se está viendo perjudicada.

«Es hora de que todos juntos pongamos medidas adecuadas para aquéllos que quieran aprovecharse de la política, de forma que sean expulsados por haber sido indignos de la confianza de los ciudadanos», pidió Socías.

El delegado del Gobierno lamentó que las instituciones no hayan sido capaces de poner controles para evitar la corrupción. «No es un problema de partidos políticos, sino del sistema democrático que todos nos hemos dado», planteó Socías.

Además, el delegado del Gobierno comentó que la política no debe ser contemplada como una profesión y que hay que permancer en ella un tiempo determinado.

En relación a la crisis económica, Socías quiso lanzar un mensaje de optimismo. «Superaremos la crisis porque lo hemos hecho otras veces y lo volveremos a hacer», sentenció.

Antes de su discurso, Socías distinguió a cuatro de los diputados elegidos en las primeras elecciones democráticas. Raimundo Clar, Santiago Rodríguez Miranda, Miquel Durán y Emilio Alonso ofrecieron su testimonio sobre la Constitución. Así, Raimundo Clar dijo que hay que felicitarse por tener una Constitución «tan buena» y auguró que «algún día, cuando se cumplan las mejores condiciones, la Carta Magna será modificada».

Miquel Durán destacó que la Constitución se refiriese a los consells insulars. «Lo que más me ha alegrado de la Constitución es que estén los consells», comentó. Rodríguez Miranda, que fue nombrado ministro en 1981, destacó que la Constitución aprobada en 1978 fue aceptada por todos. Emilio Alonso puso la nota más emotiva del acto al recordar que no esperaba ser diputado y que desde el primer momento sintió que había políticos en las Cortes constituyentes mucho más preparados que él. «En aquel momento me pregunté qué hacía un chico como yo en un lugar como éste, con tanta gente tan preparada», señaló.

Emilio Alonso relató que fue diputado «por error», ya que Alfonso Guerra había vaticinado que el PSOE sólo conseguiría un diputado en Balears. Finalmente resultaron elegidos Félix Pons -que no pudo asistir al acto de ayer, ya que se encontraba en la conmemoración de la Carta Magna en Madrid- y el propio Alonso. Al acto de ayer en La Almudaina tampoco asistió Francesc Garí, que está enfermo. Garí fue elegido diputado en las listas de UCD.

Por otro lado, el presidente del Govern, Francesc Antich, abogó en el acto por introducir «las mejoras constitucionales que los nuevos tiempos requieren», con el fin de reformar el texto constitucional «inspirándose en los mismos valores que lo consagran», 30 años después de su aprobación, como la «igualdad y el respeto a la diversidad».

Antich aprovechó el acto para reivindicar una «financiación suficiente» para que las Autonomías puedan llevar a cabo su compromiso social, ya que, a su juicio, «ahora que hay dificultades y que el modelo económico está en crisis, es más necesario que nunca una buena financiación autonómica».

El jefe del gabinete autonómico recordó que la Constitución Española ha depositado en los Gobiernos autonómicos la responsabilidad de garantizar los derechos de las personas a una calidad de vida digna.

Antich remarcó que las dificultades económicas «no pueden ser, en ningún caso, ni excusa ni obstáculo para que el Ejecutivo balear pueda hacer las políticas sociales que ahora son más necesarias que nunca».

Antich destacó que el Govern precisa tener «suficientes» recursos públicos para administrarlos con la participación activa y el compromiso de los agentes económicos y sociales, con el fin de conseguir una sociedad competitiva y cohesionada con unas clases medias «cada vez más amplias y estables».

Por último, el president del Govern aprovechó su discurso para reclamar la «restitución de la honorabilidad de todas aquellas personas y sus familias que, por causa de la guerra y de la dictadura, tuvieron un final trágico por defender sus convicciones».