Así lo manifestó, en declaraciones a Europa Press, el presidente de este órgano colegial, José Oliver Roca, quien definió el pasado ejercicio como «tranquilo» en cuanto a las ventas, pero positivo en cuanto a la desaparición de una buen parte de la ingente cantidad de empresas surgidas tras el decreto liberalizador de la actividad de los agentes de la propiedad inmobiliaria de 2000 que aprobó el Gobierno del PP y que ahora se pretende revocar.
El descenso en la actividad «se ha notado en todos los segmentos», con la excepción del alquiler de viviendas, que se ha incrementado "y, de hecho, los precios se han mantenido" al mismo tiempo que se reducían las ventas en torno a un 6 por ciento "según las estimaciones del colegio oficial", aunque el presidente aclaró que el segmento residencial de lujo se ha mantenido, mientras que el más afectado es el que corresponde al poder adquisitivo medio.
Concretamente, las viviendas con precios que van entre 300.000 euros y 400.000 euros «cuestan bastante de vender actualmente», según Oliver, a pesar de que también se ha visto prácticamente congelado el desarrollo de nuevas promociones y sólo se continúan construyendo aquellas cuyo proyecto ya estaba en marcha a principios de 2008.
Por su parte, el precio de los alquileres aumentó el 4'4 por ciento en 2008 "un 4'5 en el caso de Balears" tres puntos más que la inflación, que se situó en el 1'4 por ciento, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
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