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L.P El juez Pere Barceló se perfila como el candidato para ocupar por primera vez la Sindicatura de Greuges de Balears, una institución propia que tiene que funcionar de manera similar al Defensor del Pueblo pero que, aunque hay una ley desde 1993 que regula su funcionamiento, nunca se ha llegado a proponer una persona de consenso para que desarrolle esta tarea.

Ahora el acuerdo puede ser posible. El mismo ex decano de los juzgados de Palma, actualmente en situación de excedencia, ha mostrado su predisposición para ocupar el cargo.

Según diferentes fuentes consultadas, los partidos políticos no ponen en principio trabas para consensuar el nombramiento de Barceló, que precisa del voto de las tres quintas partes del Parlament. Es decir, el PP también debería apoyar el nombramiento de Barceló para que la propuesta saliese adelante.

La cuestión ha sido tratada en la ronda de contactos que la presidenta de la Cámara, Maria Antònia Munar, ha abierto esta semana con el fin de acelerar la renovación pendiente de miembros de distintos órganos e instituciones de las Islas. Ayer, los portavoces del Bloc y del Grupo Mixto coincidieron después de reunirse con Munar, con la importancia de aprovechar la ocasión por constituir de una vez la Sindicatura de Greuges. Miquel Àngel Llauger, del Bloc, dijo que «clama en el cielo» que todavía no se haya podido pactar esta figura. «Ya toca tenerlo», dijo Llauger. El portavoz de UM, Josep Melià, apuntó que conseguirlo sería un «triunfo del Parlament y de todos los partidos políticos».

El Síndic de Greuges tendrá que velar por la defensa de las libertades y de los derechos fundamentales de los ciudadanos, así como supervisar e investigar las actividades de la administración autonómica. En definitiva, el Síndic actuaría como alto comisionado del Parlament, a quien le rendirá cuentas, entre otras funciones.