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Los representantes catalanes de los nuevos propietarios de Spanair ratificaron ayer tarde en Palma al comité de empresa de la compañía, que la sede social y fiscal se trasladará a Barcelona, «pero mantendremos en Palma la sede administrativa, por lo que están asegurados los 573 puestos de trabajo actuales, tras el ERE realizado por SAS en Spanair en 2008», afirmó el vicepresidente de Catalana d'Iniciatives, Rafael Sunyol.

El comité de empresa de Spanair mostró ayer su satisfacción por esta decisión empresarial, ya que temían que con el cambio de propiedad hubiera regulaciones de empleo en Palma. El presidente del comité, Jordi Mauri, pese a todo, quiere las máximas garantías de la nueva propiedad para evitar en las próximas semanas sorpresas de último momento. «Nos ha sorprendido la presencia de Sunyol, pero tenemos que decir que ha sido positiva en todos los aspectos, ya que ha respondido a todas nuestras preguntas y resuelto las dudas más importantes»

Si por la tarde estaba fijada esta reunión, por la mañana la responsable del sector aéreo de CCOO en Balears, Carmen Díaz de la Jara, tuvo un encuentro con la directora general de Transporte Aéreo y Marítimo, Joana Amengual, y el director general de Trabajo, Pedro Aguiló, quienes le comunicaron también esta misma decisión. El sindicato UGT advirtió ayer que la compra de Spanair por parte de un grupo de inversores catalanes, encabezados por Catalana d'Iniciatives y el Consorcio de Turismo de Barcelona, no debeimpedir un análisis sereno y pormenorizado de la situación de la empresa, y pidió a los nuevos gestores que «expliquen sus planes a largo plazo».

Mauri añadió que lo que más importante del encuentro de ayer fue el talante de la nueva propiedad: «Hemos comprobado que hay un proyecto empresarial y que no se trata de ninguna operación de compra especulativa».

La dirección y el árera comercial también se trasladarán a Barcelona, porque allí se utimará la expansión de la aerolínea, «es normal que esto sea así», puntualizó el presidente del comité de empresa.