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El inicio de las obras de construcción del SAPS (Servei d'Acollida i Promoció Sociolaboral) del Ajuntament de Palma en la barriada de es Molinar ha provocado un serio enfrentamiento entre la policía y un grupo de vecinos, los cuales están protagonizando la oposición más radical al proyecto. Los violentos incidentes "uno de los manifestantes ha sido detenido" ocurridos ayer son la culminación del desencuentro entre el Ajuntament y los vecinos, estos últimos entienden que la apertura de un servicio de estas características, que sustituye al que antes se ubicaba en el albergue de transeúntes de Can Pere Antoni hasta su derribo como consecuencia de las obras de la fachada marítima, supone una seria amenaza para la tranquilidad de sus calles.

Cort ha cometido un error de base. El SAPS llega a es Molinar tras rechazar tres ubicaciones previas (hotel Mónaco, Son Roca y Ca l'Ardiaca) por diversas razones, motivo por el cual la iniciativa ya se recibió con el lógico recelo por parte de algunos vecinos del barrio. Los responsables municipales no han tenido ningún reparo en optar por la alternativa que más retrasará la puesta en marcha del SAPS tras descartar otras opciones, en concreto la de Ca l'Ardiaca, que ya estaría en funcionamiento desde hace meses y sin ningún tipo de tensión vecinal.

El Ajuntament palmesano no ha sabido explicar la realidad del SAPS y su eventual impacto en la barriada de es Molinar, tampoco las medidas que tiene previsto poner en marcha a modo de prevención. En todo caso, las actuaciones realizadas se han demostrado insuficientes, como lo demuestra lo ocurrido ayer. Mediante la política de la imposición, los responsables municipales sólo lograrán tensión y enfrentamiento; todo lo que no necesita un SAPS.