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La nueva estación de autobuses de Palma, ubicada en la Estación Intermodal, entrará en funcionamiento a mediados del próximos mes de marzo, pese a que la construcción de la misma se acabó en octubre de 2007, pero las numerosas filtraciones de agua procedentes de la cubierta del Parc de ses Estacions han hecho imposible tenerla operativa hasta ahora, según confirman desde Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM).

Esta obra fue adjudicada en enero de 2005, por 63 millones de euros, a la UTE formada por Llabrés Feliu-Azvi y no ha sido recepcionada hasta la fecha, una vez que la UTE ha solventado todos los problemas de filtraciones de agua y goteras. El coste final ha superado los 65 millones.

SFM, pese a todo, valora muy positivamente su ejecución. «Esta bien realizada, pese a los defectos detectados, pero será una estación de autobuses más operativa y con unos ratios de ocupación superiores a la actual, que registró en 2007 un movimiento de 10 millones de pasajeros, cifra que esperamos superar con la puesta en marcha de esta nueva infraestructura», puntualizan desde la Conselleria de Mobilitat.

La nueva estación, que tiene una superficie global de 12.000 metros cuadrados, frente a los 4.000 metros cuadrados de la actual, cuenta con 29 dársenas (posiciones) para los autobuses, dispone de equipamientos informáticos y tecnológicos «que mejorarán su optimización y la harán polivalente, y por tanto se apreciará una notable mejoría de este servicio público en todos sus ámbitos», puntualizaban hace exactamente más de un año representantes de SFM.

Los acabados y materiales son de buena calidad, de vitrex y acero inoxidable, y la estación, a la que se accederá por la Estación Intermodal, cuenta con una sala de recepción de unos 4.000 metros cuadrados, en la que está previsto que se instalen todo tipo de servicios. En esta zona, en principio, se iban a ubicar también las taquillas de venta de billetes, pero las empresas de autobuses han insistido en que no quieren taquillas, ya que cobrarán los billetes en el interior de los autobuses. La tarjeta intermodal permitirá combinar el autobús y el tren, por lo menos en un trayecto.

El espacio de las taquilla se utilizará para otros fines, principalmente de información, según la Conselleria de Mobilitat.
SFM quiere optimizar al máximo la inversión realizada y hacer polivalente una estación que, por sus dimensiones y estructura, va a conllevar un mayor uso de este transporte público.

La Conselleria de Mobilitat y SFM valoran positivamente la actitud de Llabrés Feliu-Azvi, «ya que han subsanado todas las deficiencias, mejorado los accesos, reasfaltado la rampa de salida y entrada de los autobuses y finalizado toda la instalación de un falso techo para evitar filtraciones y goteras. Este extracoste ha corrido a su cargo, tras lo cual se ha decidido recepcionar la obra para su inauguración en marzo».