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CARMEN RUIZ/JUAN M. GIMÉNEZ Sólo los más mayores de Palma recuerdan que en las primeras décadas del siglo XX los tranvías eran el medio de locomoción público más popular para los vecinos de Ciutat. Nada se inventa ahora con el proyecto de tranvía que elaboran Serveis Ferroviaris de Mallorca y Cort por la bahía de Palma, porque ya hubo uno que recorrió la costa durante 20 años aproximadamente. Y no sólo un tranvía unía Palma y s'Arenal, el tren de la línea Palma-Santanyí también pasaba por el Coll den Rabassa y s'Arenal. Del tranvía de aquel entonces no queda nada y del tren aún se conserva la estación del Coll d'en Rabassa y tramos de vía en su recorrido por s'Arenal.

Palma llegó a tener una red de tranvías de 49'5 kilómetros. En 1920 se inauguró el tranvía Palma-Molinar. Era de tracción eléctrica y tenía una longitud de 1'5 kilómetros. Y, un año después, en 1921, se abre el tramo Molinar-Coll den Rabassa, también eléctrico y de 4'1 kilómetros de extensión. Ambos proyectos fueron impulsados por la Societat General de Tramvies Elèctrics Interurbans (SCTEI).

Independientemente de esta compañía, el 14 de octubre de 1921, la Societat del Tramvia de s'Arenal inaugura el tramo de Coll den Rabassa a s'Arenal, de 7'7 kilómetros. Éste era de tracción por motor de gasolina hasta 1926 en que la línea es adquirida por la Societat General de Tramvies que la electrifica hasta Can Pastilla. Popularmente, este pequeño tranvía recibía los nombre de «es carrilet de s'Arenal» o «sa porcelleta». En el Coll den Rabassa, partía de la calle Cardenal Rossell y seguía prácticamente el actual trazado de la carretera que conduce a Can Pastilla. Desde allí, iba bordeando la playa de s'Arenal.

Durante más de 20 años, el tranvía circuló por la primera línea de la costa, una imagen que no se volverá a repetir. En 1941 cierra el tramo de Can Pastilla a s'Arenal, que no se llegó a electrificar. Y el resto, Palma-Molinar-Coll den Rabassa-Can Pastilla, permanece en funcionamiento hasta 1948. Nada queda de aquel trazado. Paseos, hoteles y las más diversas edificaciones acabaron por engullir lo que quedaba del tranvía.

Del tren, aún se conserva algo más. Y aún se puede contemplar la estación del Coll den Rabassa. El tren se construyó con más dificultades que el tranvía y transcurría a unos 500 metros de la primera línea del mar. El 6 de octubre de 1916 se inaugura el tramo Palma-Llucmajor. La falta de raíles retrasó la inauguración del tramo de Llucmajor-Campos-Santanyí hasta 1917. La línea tenía 61'5 kilómetros y estaciones en Palma, Coll den Rabassa, es Pil·lari (apeadero), ses Cadenes (apeadero), s'Arenal, Llucmajor, Campos, es Palmer (apeadero), Banys de Sant Joan, ses Salines, es Llombarts (apeadero) y Santanyí. El 4 de marzo de 1964 hizo su último servicio y en menos de un año fue completamente levantada. El motivo del cierre fue el boom turístico de la época que obligó a las autoridades a construir una nueva pista en Son Sant Joan, en unos terrenos por donde pasaban las vías
Ni el trazado del tranvía ni el del tren podría utilizarse ahora para el tranvía, según explica Antoni Verger, director general de Mobilitat, porque los terrenos se desafectaron y vendieron. Además, indica Verger, la concepción del tranvía es totalmente diferente. «Antes iba por en medio de las calles y ahora se plantean plataformas semisegregadas con restricciones a otros tráficos y a los peatones. No se proyecta el tranvía como una idea romántica sino como una infraestructura de tipo urbano, que tendrá una demanda de entre 12 y 14 millones de pasajeros anuales», asegura el director general de Mobilitat.