Coloristas carnavales

En Inca cerca de treinta comparsas y cuarenta carrozas empezaron el desfile a las seis. Aparte de los temas recurrentes, este año hubo dos carrozas con contenido político: una reivindicación del soterramiento de la vía del tren a su paso por Inca y una caricatura «del búnker del mercado cubierto».

En Binissalem faltaban pocos minutos para las cuatro de la tarde, hora prevista para la concentración de comparsas y carrozas y los alrededores del campo de fútbol eran ya un hervidero de gente. 17 comparsas desfilaron hasta la plaza por las principales calles de la ciudad, dispuestas a recibir los honores de la crítica. Entre los participantes del desfile, muchos ellos por parejas, había originales puestas en escena como las hermanas cerezas (en papel cartón), las gallinas, o el pequeño gladiador acompañado de su madre romana. Ingeniosas también algunas aventuras en solitario como la del chaval que deambulaba «perdido» entre la gente con la rueda de su bicicleta a cuestas, un ciclista caído en la carretera.

La comarca de Manacor estalló ayer en colores, fiesta y distensión. Los darrers dies se viven de una manera muy intensa y, en especial, en la comarca. Manacor se volvió a erigir como la líder indiscutible del Carnaval foráneo. Centenares de personas llenaron las calles del centro de la ciudad con sus disfraces, tanto típicos como originales, que dieron color al desfile que se prolongó pasadas las nueve de la noche. Además, el hecho de que los últimos años se hayan montado tenderetes de comida para poder cenar todavía anima mucho más a los vecinos a salir a la calle, a reírse de la gente y a reírse de ellos mismos durante toda la tarde-noche. Pero la música también estuvo presente con numerosos conciertos en directo. Desde el rock rumbero de La Vereda, pasando por el funky de Tutu-Pà y sin olvidar los grandes clásicos de la música pop interpretados con un toque de humor por Paul Gascoigine y Hole Sound, centenares de músicos hicieron vibrar a los asistentes durante toda la noche.

En Vilafranca y Felanitx, dos referentes más de la zona, no careció de imaginación. Se vieron los típicos vestidos de vikingos, vacas, escoceses, peñistas del Real Madrid, pollitos, vaqueros, personajes de Bola de Drac e incluso, en Vilafranca, unos peculiares hombres a los que sus atributos les cabían en una carretilla.

En Porreres y Petra, así como en la inmensa mayoría de pueblos del Pla, Llevant y Migjorn, la originalidad fue la tónica de una nueva edición del carnaval de la Part Forana. El buen humor no faltó en ninguna de las citas.