Fue el mensaje que lanzó en su intervención durante la ceremonia de entrega de los Premios de Excelencia en la gestión que se entregan desde el año 2002, con los que se reconoce la buena gestión de empresas. Hasta ahora solamente se galardonaban a empresas privadas pero este año, también a empresas públicas.
El actual Govern, y ayer lo recordó el president, ha hecho una apuesta y una defensa clara del sector público.
En el acto, además del president, participaron también la consellera de Comerç, Francesca Vives y el conseller de Presidència, Albert Moragues, ya que son las consellerias que coordinan los proyectos.
Hubo distinciones para empresas privadas (Clínica Juaneda, Colegio Luís Vives, Colegio Madre Alberta, Mechor Mascaró, Alcudiamar, Penta Asesores), pero también para organismos públicos.
De hecho, la Administración premió a la Administración. Bárbara Galmés (consellera d'Educació) y la alcaldesa Calvo, posaron con el resto de galardonados. Se premió a un instituto, el Joan Ramis y a Mercapalma, el mercado central. Proyectos como Palma Segle XXI o el hospital de Manacor y el aeropuerto de Eivissa, recibieron distinciones.
En su intervención, y tras elogiar a las empresas privadas galardonadas, el president se refirió al «afán de superación» y destacó el peso y la importancia de los «emprendedores» que son los que estarán en mejores condiciones de competir en época de crisis».
«Lo que premiamos es un talante, una forma de hacer las cosas que contribuye a la modernización de nuestro modelo productivo y que nos sitúa en muy buena posición en Europa y nos hace menos vulnerables y más competitivos», dijo el president Antich que animó a todos a seguir apostando por el esfuerzo que conduce a la excelencia y a mejorar objetivos. Insistió en que sólo ése es el camino.
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