UGT, USO y CCOO reunieron ayer, por las calles del centro de Palma, a más de 3.000 personas protestando contra los efectos de la crisis económica. Foto: JOAN TORRES

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SEBASTIANA CARBONELL Más de 3.000 personas -entre 1.500 y 2.000 según la Policía Local y 3.500 según los organizadores- salieron ayer a la calle en Palma para defender la ocupación, contra los expedientes de regulación de empleo (ERE) injustificados y para exigir más prestaciones sociales para los desempleados.

La manifestación, convocada por UGT, CCOO y USO, contó con el apoyo de los sindicatos STEI-i y CGT, de Esquerra Unida (EU), con la presencia en la acción de protesta de Fina Santiago, consellera d´Afers Socials del Govern y del edil de Benestar Social de Cort, Eberhard Grosske, entre los manifestantes.

Unos 1.000 trabajadores salieron a la calle en Menorca y más de 500 en Eivissa, según los datos barajados ayer por las tres organizaciones sindicales convocantes de la acción de protesta.

Pancartas
Bajo el lema «Por el derecho al trabajo, contra la destrucción del tejido productivo: que la crisis no sirva de excusa», los trabajadores salieron a la calle con pitos y tambores denunciando los ERE injustificados y decisiones de cierre de empresas como Kraft o Buades. Los trabajadores de Casa Buades, que portaban cinco pancartas, tuvieron un gran protagonismo durante la manifestación y fueron especialmente citados, durante sus intervenciones, por los secretarios generales de las tres organizaciones sindicales convocantes de la manifestación.

Pero no fueron los únicos que participaron en la manifestación, también estaban los autónomos de la construcción; trabajadores de los hoteles Son Vida y Arabella; trabajadores de la seguridad privada y los de LTE Airwayds, entre otros.

Josep Benedicto (CCOO), Lorenzo Bravo (UGT) y David Díaz (USO), criticaron, durante sus intervenciones, la actitud de algunos empresarios que «aprovechan la crisis para despedir gente», pidieron más implicación de las administraciones y un mayor incremento de las políticas sociales con el fin de proteger a las familias que cuentan con alguno de sus miembros en el paro, sin percibir prestación por desempleo, y no cuentan con ingresos suficientes para sobrevivir.

«El chorreo de despidos empieza a ser inaguantable. Hay mucho empresario sinvergüenza que está aprovechando esta coyuntura de crisis para quitarse a los trabajadores de encima», afirmó David Díaz, de USO.

El máximo responsable de UGT en Balears, Lorenzo Bravo, destacó la elevada participación en la manifestación de ayer porque, a su juicio, es un síntoma claro de que «la gente tiene miedo».

«Por culpa de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) hay más de 1.500 trabajadores afectados en Balears; otros mil han pasado por el Tribunal d´Arbitratge i Mediació (TAMIB) en los últimos meses y todos son puestos de trabajo que se han perdido por la codicia de los empresarios», dijo Bravo.

Por su parte, el secretario general de CC OO, Josep Benedicto, arremetió contra las patronales, por haber solicitado al Gobierno central más flexibilidad en el despido, para que éste sea «más barato», y más agilidad administrativa para poder cerrar sus empresas.

En este sentido, valoró positivamente que el Gobierno central haya estado resistiendo a las «embestidas de las grandes patronales» e instó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a continuar haciéndolo y a poner en marcha medidas para «pasar» la crisis y recuperar las riendas de la política económica del país.