El tradicional mercado organizado con motivo del Día de les Illes Balears instalado en la Plaça de la Drassana y un tramo del Passeig de Sagrera, se abrió ayer al público con nuevo decorado y permanecerá todo el fin de semana. El velamen de color grana fue sustituido por telas de colores entre las que se intercalaban otras blancas recordando la efemérides.
El recorte presupuestario se ha hecho notar en esta edición. Por lo apreciado ayer, en el círculo de la típica plaza y en los aledaños se vio algo mermada la participación de productores y artesanos, fieles a la cita, como son los cítricos de la Vall de Sóller, las zambombas de sa Pobla o los pasteleros elaborando ensaimadas. En el redondel se instalaron artesanos que elaboran galletas y miel, quesos, juguetes de madera, alpargatas, cerámica, marionetas, y una serie de empresas dedicadas a los embutidos producidos en Balears.
Los visitantes se vieron sorprendidos con otra novedad. La animación corrió a cargo del grupo Los Guasones, imitando a los paparazzi dejando atrás a los guardias y clero de finales del XIX de años anteriores. En el Passeig de Sagrera hubo otro espacio artesanal y el de agricultura ecológica, a través del estand Mercat Ecològic de Santa Maria y Ecoilla. Por la tarde en el Parc de la Mar se desarrollaron juegos tradicionales para los niños.
Amalia Estabén
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