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Ver el cierre bursátil de la pasada semana da hasta cierto espanto y temor de cómo está el panorama económico. Desconfianza, volatilidad e incertidumbre por los cuatro costados. Nadie sabe lo que va a pasar y mucho menos decir cuándo va a acabar la actual situación. En el análisis de los valores de empresas turísticas, su balance no puede ser más negativo, puesto que están en registros de 2001 e, incluso, peor en algunos casos. La presentación de los balances del 2008 de Iberia, Sol Meliá y NH Hoteles es más que desesperanzador. La compañía que preside Fernando Conte redujo sus beneficios un 90'2%; la cadena que preside Gabriel Escarrer un 68'4%; y la que dirige Gabriele Burgio, un 65'4%. Esto no es todo, puesto que en el cierre del Mercado Continuo el viernes 27, dejaba los siguientes datos encima de la mesa: Iberia se cotiza 1'83 euros la acción; Sol Meliá cerró el día a 2'71, con una bajada sobre el jueves del 6'87%; NH Hotels perdió un 1'17%, cotizando la acción a 2'53 euros. Nunca habían cotizado tan bajo las tres empresas en los últimos cinco años, estando a tiro de cualquier inversor con visión a largo plazo. El batacazo bursátil en 2008 ya fue duro, pero más aún cuando las tres empresas han presentado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores sus ejercicios contables, con unas previsiones para 2009 nada favorables para sus intereses por cómo está evolucionando la crisis económica y financiera a nivel mundial. Hasta finales de año. Ésta es la fecha que fijan los analistas, gurús y expertos para tocar fondo e iniciar el remonte. Es una visión más, pero está claro que estamos en el ojo del huracán, cuyos movimientos nadie, ni el más avispado, puede vaticinar.