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Agentes del GAP (Grupo de Atención Preventiva), que en teoría son los especializados en pandillas juveniles de la Policía Local de Palma, han sido enviados por la jefatura a poner multas en el Passeig Marítim y los días de fútbol a la inmediaciones del ONO Estadi para multar a los vehículos mal estacionados.

Según información a la que ha tenido acceso este rotativo, los fines de semana el Mayor responsable de los GAP envía a varios integrantes de la unidad a recorrer el Marítim de arriba abajo y multar a todo vehículo que no esté bien estacionado. Lo mismo ocurre los días de fútbol en los que el RCD Mallorca juega en casa.

Hasta la fecha, los agentes de la unidad de pandillas permanecían desde las dos de la madrugada hasta las seis estáticos en actitud preventiva frente a las discotecas del Marítim para intervenir y evitar peleas entre los jóvenes que salen 'de marcha'. Con las nuevas órdenes impuestas por la jefatura los policías dejan de prestar este servicio al ciudadano y se convierten en 'cazadores' de turismos mal estacionados.

La medida, muy mal acogida por los profesionales policiales, se enmarca en la supuesta campaña de Cort de recaudar ingresos a base de 'cazar' las infracciones de los ciudadanos.

Además, desde el jueves de la pasada semana los policías deben aplicar la nueva tabla de sanciones de multas con el considerable aumento económico de las mismas.

Entre otras infracciones, el estacionar ante un vado o dejar el vehículo en doble fila pasa a castigarse con 120 euros en lugar de los 100 euros del mes pasado. De igual forma, el estacionar en un paso de peatones también se castigará con una sanción económica de 200 euros en lugar de los 180 euros anteriores.

Algunos miembros de la plantilla de la Policía Local han manifestado su malestar ante esta situación a la que consideran «un atraco al ciudadano en plena época de crisis».

Esta medida también es muy similar a la que el pasado mes de febrero Cort intentó instaurar mediante una carta por escrito que recibieron los policías de la Unidad Motorizada. En aquella fecha, todos los agentes recibieron una carta en la que se les decía que: «Se espera un aumento de su rendimiento para que se equipare al resto de los compañeros de la sección». Además, en la misma misiva se les hacía constar que existía un ránking que estipulaba que lo deseable sería imponer un total de 22 denuncias por día y agente.