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Viajes Barceló, sus filiales Viajes Interopa, Barceló Businnes y Escalatur Viagens e Turismo Limitada tendrán que pagar al sistema mundial de reservas aéreas Galileo España 5 millones de euros (4.040.910 euros en concepto de daño emergente y 1.000.000 de euros por daño moral) al incumplir un contrato firmado en 2005.

Una sentencia dictada por la Sección Tercera de la Audiencia de Palma da la razón a Galileo, y confirma otra resolución en el mismo sentido de una juez de Primera Instancia. Además, admite, en parte, un recurso de Galileo para que se incluyera a Escalatur Viagens entre las empresas de Viajes Barceló que deberían hacer frente al pago de 5 millones de euros. Inicialmente, además de esa cantidad, los representantes legales de Galileo solicitaban el pago de unos 14 millones de euros por lucro cesante, petición que fue rechazada en la sentencia.

Viajes Barceló, con sede en Palma, es una de las empresas líderes del sector turístico español y europeo, con negocios en el sector de viajes, transporte y hoteles, mientras que Galileo da servicio a unas 500 agencias de viajes en el mercado español, lo que supone un 5% de cuota. Del total de reservas, el 90% son aéreas y el resto de hoteles y rent-a-car. Este auténtico «choque de trenes» judicial entre dos gigantes del turismo había causado expectación en el sector.

El 4 de marzo de 2005, ambas partes suscribieron un contrato cuyo objeto era la realización y prestación de diferentes servicios por parte de Galileo, acceso a través de la tecnología Galileo Web Service, su utilización, suministro de equipos, instalación y mantenimiento de sistemas informático, servicio informatizado de reservas, aunque sólo cuatro meses después, Viajes Barceló anunciaba su voluntad de resolver el contrato, para sustituirlo por otro, de seis años de duración. Mientras tanto, se registraba el proceso de migración del sistema de reservas a las agencias de viajes del grupo mallorquín.

Cuando unas 79 oficinas de Viajes Barceló disponían del sistema informático de Galileo, en octubre de 2005, la empresa balear comunicó su deseo de rescindir el contrato amparándose en una cláusula de ese documento, por «falta de cumplimiento de Galileo del proceso de migración», según alegó. Las dos sentencias dictadas en Palma dieron la razón a Galileo, aunque la resolución dictada por la Audiencia no es firme, ya que cabe recurso ante el Tribunal Supremo.