Unió Mallorquina presentó ayer una enmienda de adición al proyecto de Ley de Medidas Urgentes para el Impulso de la Inversión que se tramita en el Parlament que tiene como objetivo posibilitar la construcción del golf de Son Baco, en el término municipal de Campos. Esta enmienda tiene por objetivo desbloquear el proyecto "al que se oponen los grupos ecologistas y partidos de la izquierda", que contempla la construcción de oferta complementaria, que quedó paralizado por decisión del Consell de Mallorca.
Son Baco se plantea como un elemento de divergencia insalvable entre los grupos integrantes del pacto de centroizquierda. Es legítima, e histórica, la reclamación del alcalde de Campos, Guillem Ginard (UM), de dotar de un equipamiento a su municipio "un campo de golf" que acabará generando riqueza para sus ciudadanos. Este planteamiento de Campos, insistimos que respetable y que merece ser estudiado en profundidad, no es motivo suficiente para hacer estallar un acuerdo que permite el gobierno en el Govern, el Consell de Mallorca y el Ajuntament de Palma; además de numerosos municipios mallorquines. Lo razonable, en todo caso, es procurar estas ayudas que pide Campos en compensación por su probada contribución a la conservación del paisaje mallorquín
Las prioridades sociales y políticas de Balears no pasan, en estos momentos, por una desestabilización institucional que está, a todas luces, injustificada. La crisis económica merece centrar la atención y los esfuerzos de toda la clase política balear para superar este difícil trance en lugar de perderse en tensiones innecesarias y de difícil justificación. Cabe apelar al sentido común y a la capacidad de negociación para que las fuerzas políticas y sus dirigentes sepan estar a la altura de las circunstancias.
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