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LAURA MOYÀ El Ajuntament de Palma ejecutará esta mañana el decreto de la Regidoria de Salut, que dirige Begoña Sánchez, que ordena la clausura y el cierre de la actividad del Centro Canino Internacional. La resolución está motivada por una queja interpuesta por un grupo de vecinos, que denunciaron ante Cort el exceso de ruido provocado por el establecimiento.

Begoña Sánchez confirmó ayer que la Patrulla Verda de la Policía Local acudirá hoy al Centro Canino para «detener su actividad». «El Consistorio tiene que cumplir con la ordenanza», aseguró la edil. La regidora de Salut recordó que, cuando la policía acudió al lugar para comprobar el impacto de los ruidos, detectó que los sonidos «llegaban a los 10'5 decibelios». «Cuando el centro proponga y lleve a cabo medidas correctoras que disminuyan los ruidos, podrá volver a reabrir». Unas medidas que deberán ser consensuadas con Urbanisme y que el Ajuntament de Palma tendrá que comprobar y dar su visto bueno.

El presidente del Centro Canino Internacional, Joan Gil, explicó que a primera hora de la mañana de hoy trasladarán a una finca situada a unos 30 metros a los 25 perros que en la actualidad hay en el establecimiento.

El pasado lunes, Gil presentó un recurso contencioso administrativo contra el decreto. «Al no haberse pronunciado la juez, no nos queda más remedio que acatar la decisión de Cort», dijo Gil. Si, finalmente, la jueza decide dar la razón al centro y paralizar de forma cautelar la clausura, «volveríamos a llevar a los animales a la institución», en palabras de Gil.

No es la primera vez que el Centro Canino Internacional se enfrenta a una orden de cierre. El 3 de diciembre de 2007, la Regidoria d'Urbanisme decretó la clausura de la residencia del Centro Canino por carecer de la licencia de apertura y funcionamiento. El establecimiento sí poseía, en cambio, el permiso de instalación para centro de cría de animales, para un máximo de 10 perros. Finalmente, y tras comprobar el Ajuntament que cumplía con este último requisito, la Regiduria de Salut optó por permitir que continuara abierto.

Antes, en febrero de 2006, el Ajuntament ordenó por vez primera el cierre del centro, decisión que un auto del 16 de abril de ese mismo año suspendió de forma cautelar tras ser aceptado un recurso del Centro Canino.