TW
0

Santi Santamaría se convirtió ayer en la persona más solicitada por los medios de comunicación tras la inauguración de Alimenta, en la que realizó el pregón de apertura. Y es que sin menospreciar sus 30 años como cocinero en los que se ha convertido en el español con más estrellas Michelín (6), todos querían preguntarle sobre la polémica que se creó tras la publicación de su libro «La cocina al desnudo» y sus críticas a la cocina molecular.

El propietario de Can Fabes no decepcionó, mantiene sus críticas y sostiene que pese a ser compartidas por muchos, no calibró el tremendo poder de ciertos grupos de presión, hasta tal punto de ver cómo su presencia era vetada el pasado enero en Madrid Fusión.

Santamaría sostiene que los cocineros -entre los que se incluye- tienen la obligación de «bajar a la calle, bajar del circo mediático». Añadió que «la cocina es cultura y no se puede jugar con ella. Todo el mundo debe tener acceso a ella». Aseguró que «no se puede vivir de la nostalgia, pero tampoco traicionar los orígenes».

Sobre la gastronomía de Mallorca, recuerda una cassola d'aucells que comió en Campos y que no sabe si podría repetir. En tono jocoso dijo que es una tierra a la que quiere, ya que fue concebido en Palma, adonde vinieron sus padres en viaje de novios.

Lydia E. Corral

Foto: M.A Cañellas/J.Aguirre