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La consellera d´Afers Socials, Fina Santiago, y el teniente de alcalde de Benestar Social del Ajuntament de Palma, Eberhard Grosske, presentaron ayer la futura residencia para personas mayores en situación de dependencia que se construirá en Ciutat Jardí y que dispondrá de 120 plazas de residencia y otras 30 de centro de día.

Según Santiago, esta nueva residencia será la primera de gestión municipal en Palma y se edificará en los terrenos de Son Martorell, en un solar de 6.540 metros cuadrados cedido por Cort al Govern, que tan sólo se encargará de su construcción.

Asimismo, Santiago anunció que la intención de la Conselleria es convocar durante el año 2009 el concurso público con la colaboración del Colegio de Arquitectos, para escoger el proyecto arquitectónico más adecuado para este espacio, iniciar las obras durante el año 2010 y que a final de 2011 pueda estar en marcha. El presupuesto que se destinará a la construcción y al equipamiento de la residencia es de nueve millones de euros y se prevé que su puesta en funcionamiento supondrá la creación de unos 80 puestos de trabajo estables.

Por otra parte, la consellera recordó que el modelo asistencial, acordado a principio de legislatura con el Ajuntament, es el de desarrollar todo un conjunto de centros de día en Palma, pero indicó que la construcción de la residencia de Son Martorell era necesaria «debido a que el número de plazas residenciales del municipio lo justificaban». «En Palma hay unas 1.035 plazas residenciales y necesitamos una dotación superior, por lo que con las 120 de la residencia de Son Martorell, empezaremos a tener una ratio razonable», aseguró Santiago.

Por su parte, Grosske consideró que la construcción de la residencia supone aprobar una «asignatura pendiente» que las administraciones tenían con Palma, y remarcó que «éste será el esfuerzo más grande que se habrá hecho en la ciudad en los últimos 25 años para personas mayores». En este sentido, recordó que el 91% de las plazas que actualmente hay en Palma hace más de 25 años que se construyeron, cosa que, según el regidor, «demuestra que la ciudad ha estado muy abandonada por las instituciones en los últimos años en cuanto a la atención a las personas mayores».