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El sol también ha salido este fin de semana para la Fira del Ram, que, ayer domingo, vivió su jornada más tradicional aunque, según Javier Rey, presidente de la asociación de feriantes, no fue la más animada.

«Esta última semana de lluvias hemos tenido que cerrar y la mayor parte de gente viene el fin de semana, desde el viernes al domingo», señala. Una circunstancia que, sumada a las inclemencias del tiempo y a la crisis, ha afectado negativamente la explotación del recinto.

«Los primeros fines de semana vino más gente que ayer, aunque tampoco fue mal, pero la crisis se deja notar y durante la semana, de lunes a jueves, está el ambiente muy flojo», asegura. Los niños acompañados por sus padres y grupos de jóvenes son los clientes más habituales, con preferencias por determinadas atracciones. Ingenios mecánicos que destacan por su diversidad y que la sitúan, en su opinión, como una de las mejores a nivel nacional. «Aquí pienso que estamos mejor porque el aparcamiento está solucionado, pero quizás la superficie es demasiado grande». Entre las grandes novedades, la atalaya gigante y la montaña rusa acuática destacan frente a instalaciones de toda la vida como el látigo o la noria, aunque la actual también posee unas dimensiones que doblan en altura a las antiguas. En todo caso, lo que importa, indican los feriantes, es acercarse por allí, dar un paseo y si apetece tomarse algo y montarse en las atracciones que resulten más atractivas. Una fórmula que también puede servir para alejar los malos augurios y olvidarse por unas horas de la crisis económica.

G.Alomar