TW
0

La Associació de Confraries de Setmana de Palma programó para ayer, Lunes Santo, las procesiones del Sant Crist de l´Agonia, de Nostra Senyora de l´Esperança, del Camí del Calvari, del Sant Crist dels Boters y la recuperada Processó de l´Oració, las cuales transitaron, en una noche agradable, por diferentes barriadas entre el recogimiento y el fervor de penitentes y espectadores.

La procesión de Nostra Senyora de l´Esperança i de la Pau recorrió ayer noche el casco antiguo de Palma encabezada por el emblemático paso de Nostra Senyora de l´Esperança (1924), que empleó a 60 costaleros, en grupos de 28, para completar un recorrido que se inició y concluyó en la basílica de Sant Francesc.

Las cofradías de Nostra Senyora de l´Esperança, de Santa Mònica, de los Cartujos, de la Soledat, de la Santa Cruz de Calatrava, Penitentes de Santiago y la Juventud Seráfica desfilaron en medio del recogimiento de los fieles y de la atención de los centenares de curiosos que se congregaron en el recorrido para presenciar la procesión.

En la calle Socors, a su paso por la iglesia, la Virgen llevada por los costaleros hizo un paso especial en honor del Crist de la Bona Mort, que esperaba en la puerta el paso de la procesión.

Algunos de los miembros de las cofradías que participaron en la procesión de Nostra Senyora de l´Esperança i la Pau portaban lazos blancos, siempre a título personal, para protestar contra la reforma de la Ley del Aborto impulsada por el Gobierno central.

Por otra parte y por cuarto año consecutivo, la barriada de Son Espanyolet vivió anoche la procesión del Lunes Santo denominada del Camí del Calvari, que partió a las nueve de la noche desde la Iglesia de los Padres Carmelitas, ya que la cofradía del Carmen ejerció este año de anfitriona.

En esta procesión participaron las cofradías de la Asunción, vinculada a los Padres Teatinos, que aportó el paso El beso de Judas; la del Cristo de los Navegantes, vinculada a Sant Magí, que portó La Dolorosa; mientras que la cofradía de la Virgen del Carmen portó el paso La primera caída de Jesús.

La procesión salió desde la Parroquia de los Padres Carmelitas, en la calle Antich, y transitó por Villalonga, Joan Crespí, Cabrit i Bassa, Contestí, Heredero, de nuevo Joan Crespí, Rossinyol, Despuig, Sant Magí, Plaça Progrés para regresar a la iglesia de los Carmelitas.

Asimismo, cerca de la nueve de la noche comenzó su recorrido la Processó de l'Oració. Su recorrido fue breve, en comparación con otras que se celebran estos días, pero la organización había depositado mucha ilusión. Esta procesión, que porta un sólo paso, una talla de Juan de Àvalos, se unió ayer al recorrido procesional.

Penitentes de cuatro Cofradías (la Juventud Oratoriana, la Juventud Antoniana, la de Sant Miquel y la de la Mercè) participaron, con recogimiento, en la procesión.

También anoche, la procesión del Sant Crist de l'Agonia estuvo repleta de novedades, ya que por primera vez el paso de l'Elevació fue llevado por costaleros, exactamente 24. Además, este paso de misterio fue ayer el auténtico protagonista en la zona de Santa Clara, ya que procesionó sin el paso Redentor Mundi, que lo hará el Miércoles Santo. Sí acompañaron al Sant Crist de l'Agonia los pasos de la Pietat, l'Horació en l'Hort i el Jesús del Bon Nom. Unos 150 cofrades acompañaron al Sant Crist de l'Agonia, que procesionó bajo los sones de la banda de tambores, en la que este año también han participado niños. El estandarte de esta agrupación de penitentes llevó el lazo blanco para manifestar su oposición a la reforma de la Ley del Aborto. Esta emblemática procesión finalizó su recorrido en la iglesia de Monti-sion. A la misma hora, partió desde la iglesia de Sant Joan de Malta la procesión del Sant Crist dels Boters, que ha logrado consolidar de forma muy eficaz la cofradía Cruzada del Amor Divino.

En la misma participaron cerca de 250 penitentes, ya que se vieron arropados por penitentes de Santa Cruz, Santa Faz y de la cofadría de la Virgen de la Dolorosa.

Previamente al inicio de la procesión se celebró una misa en la iglesa de Sant Joan de Malta, tras la cual se procedió al desarrollo de la misma en medio de una gran expectación y religiosidad, ya que las bandas de música únicamente utilizaron tambores y ningún instrumento de viento, para así hacerla más sencilla, íntima y espiritual.

La espectacularidad del Sant Crist dels Boters, una talla de madera del siglo XVI, fue llevada por cofrades a hombros por las calles de Sant Joan, Montenegro, Sant Feliu, Sant Llorenç, Sant Pere, Passeig Sagrera, Llotja de Mar y Boters, hasta la entrada en la iglesia.