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Los administradores concursales del concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) de Vicenç Grande negocian con diversas entidades bancarias la venta de activos del promotor que no sólo reducirían en 150 millones la deuda total de 930 millones que arrastra con 700 acreedores, sino que además, generaría dinero a repartir entre los afectados.

Según confirmaron a este diario fuentes próximas al proceso que se sigue en el Juzgado de lo Mercantil 1 de Palma, los administradores Jorge Saenz de Baranda, Raimundo Zaforteza y Salvador Fornés, han llegado a preacuerdos puntuales con las entidades Sa Notras, Banco de Sabadell y CAM, principales acreedores, para traspasarles los principales activos del promotor, las fincas Son Gual, Binipuntiró y Son Ximelis.

El valor pactado, lógicamente, es bastante inferior al precio de tasación de esas parcelas, y de otros activos inmobiliarios, declarados por Grande cuando el pasado mes de junio se declaró insolvente en los juzgados. Pero, con todo, los administradores concursales se han propuesto obtener el máximo rendimiento económico por los activos del ex propietario del Mallorca y, en ningún caso, entrarán en una fase de liquidación de las propiedades.

Grande declaró un pasivo de 600 millones de euros, pero los administradores elevaron esa cantidad hasta los 930 millones. Frente a ese gigantesco pasivo, el promotor opuso activos que superaban los mil millones de euros. Esa cifra ha sufrido modificaciones a la baja debido a la crisis económica y la caída en picado de la construcción. El 'boom' del ladrillo que ayudó a Grande a amasar una fortuna considerable, está siendo su peor enemigo en épocas de una reducción drástica de la demanda.

Los administradores esperan anunciar los primeros acuerdos con las entidades bancarias antes de que se celebre el primer juicio oral instado por una acreedora en desacuerdo con la decisión de que su crédito -de 1'2 millones de euros- sea ordinario, ya que ella considera que debe estar incluido en la masa de la quiebra.