TW
0

Con la primera y la mejor opción de muchos padres y madres que trabajan y tienen hijos. Tras las fiestas de Pascua y durante toda una semana, los escolares no tienen clase, teniendo que quedarse, durante todo el día, con los abuelos. Los parques infantiles son lugar de diversión de los más pequeños donde los abuelos observan con alegría como disfrutan los nietos. Pero durante esta semana da para mucho, paseos por el centro, salir con la bici, hacer la compra e incluso ayudar en las tareas de casa o mirar películas de dibujos animados. Pero además los niños y niñas aprenden y disfrutan de hacer crespells o monas de Pascua, como es el caso de Berta y Mario Sampere. «Es la mejor abuela del mundo», confiesa la pequeña Berta de 7 años de edad quien abraza a su abuela Catalina Marroig, con quien está en el parque y después van a rellenar huevos de chocolate.

Por otro lado, hay parejas que no pueden contar con la colaboración y ayuda de los abuelos, pero como en el caso de Cati Martorell tienen una buena amiga. Tanto que Cati es como la abuela de los pequeños, Miguel y Elena Elordieta de 4 y 2 años respectivamente a quienes ha visto nacer y crecer.

Otra de las orgullosas abuelas que estos días «padecen» y disfrutan con los nietos es Paquita, quien asegura que está encantada con su nieto Mario, de cinco años de edad y que «sus padres me lo enchufan en cuanto pueden, pues los dos trabajas».

Otros como Alfonso Moreno, quien tiene un bar, comparte el horario laboral con su hijo. Así, Alfonso por la mañana puede estar con su nieta Carolina Moreno y por la tarde está en el bar.

De vuelta del supermercado, encontramos a Catalina, quien lleva en cochecito a su nieto Juan Adrover de tres años de edad. «Conmigo está desde las 7.30 de la mañana hasta las cuatro de la tarde». Y es que haciendo cuentas muchos niños pasan más tiempo con sus abuelos que con sus padres. Una realidad, en la que afortunadamente los padres tiene trabajo y no tienen otro remedio que dejar a los pequeños de la casa con los abuelos cuando no hay cole.

Julián Aguirre (texto y foto)